Al helicóptero Pegasus, de la Dirección General de Tráfico (DGT), no le da ni tiempo a seguir a un coche que circula a toda velocidad. Cuando vuelve a enfocar al vehículo, su radar captura la velocidad: 197, 200, 220 y 223 kilómetros por hora. Su conductor no lo sabe pero lo acaban de cazar cometiendo un delito y se enfrentará a penas de 3 a 6 meses de cárcel, porque supera en más de 100 la velocidad permitida.
Además, se encuentra a poca distancia con obras y tiene que reducir de sopetón. Una locura. Como otro conductor, tremendamente insolidario, que decide no apartarse a pesar de que una ambulancia circula tras él e intenta adelantarlo. No lo consiente.
Otros se pegan al coche de delante o se saltan un stop. Una conductora se sienta con la pierna izquierda completamente doblada sobre el asiento. Imprudencias que la DGT vuelve a poner sobre la mesa en mitad de esta operación retorno de vacaciones, cuando se esperan casi 7 millones de desplazamientos.
Un regreso marcado por la lluvia, el viento y la DANA que azota todo el país, y que este domingo incluso golpeará con mayor intensidad. La cifra de fallecidos de este verano supera los 210, lo cual supone un 3% menos que en el mismo periodo del año pasado.
No obstante, aún quedan millones de viajes; por eso, Tráfico nos pide responsabilidad y prudencia al volante para no cometer semejantes burradas.