España es uno de los destinos turísticos más demandados, pero no solo para pasar las vacaciones. Nuestro país se ha convertido en un referente a nivel mundial en técnicas de reproducción y cada vez son más las mujeres de otros países europeos que acuden a clínicas de fertilidad. Un negocio que deja casi 700 millones de euros al año.
Conocemos de cerca un caso: "Tenemos un buen embrión, vamos allá". Feynal ha viajado desde Reino Unido a Barcelona para ser madre soltera. "Allí es complicado para una madre soltera tener un niño, he tenido que ir fuera", explica.
Como ella, más de 13.000 mujeres procedentes de otros países han venido a España a realizarse tratamiento de fertilidad, lo que sitúa a nuestro país a la cabeza en turismo reproductivo. Uno de los motivos, nuestra legislación.
"Es una de las leyes más progresistas de Europa y podemos tratar tanto a mujeres con pareja masculina, como a mujeres solas o a parejas de mujeres", cuenta Cristina Guix, ginecóloga especialista en reproducción en la clínica Barcelona IVI.
Las más asiduas, francesas e italianas. Y el destino estrella, la Ciudad Condal. "Aquí tenemos una tradición de muchos años de buenos resultados y de estar al día de todas las técnicas", detalla Marc Grossmann, codirector del laboratorio de embriología de la clínica Barcelona IVF.
La última moda es que se pueda aprovechar el viaje para hacer turismo por la capital catalana. "Tenemos convenios con hoteles con los que las pacientes pueden acceder de forma preferencial", precisa Federica Moffa, directora médica de Fertilab Barcelona.
A la espera de saber si el embrión se ha implantado correctamente -"vamos a cruzar los dedos"-, Feynal recorre los lugares más emblemáticos de la ciudad soñando con llevarse de allí el mejor de los regalos.