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Tras 14 días, el incendio que se declaró en el monte Arafo de Tenerife sigue activo. Se ha convertido en el peor de este 2023 en España y, según los expertos, en el más complejo de extinguir en 40 años.
Es “difícil por la orografía, difícil por el fuerte viento, que se lo ha hecho pasar muy mal. 14 días activo, 12 localidades afectadas, miles de hectáreas calcinadas, 15.000, el 6 por ciento de la superficie de Tenerife, superior al municipio de Barcelona. Miles de evacuados”, ha resumido desde la redacción de ‘Informativos Telecinco’ Rocío Doñoro, sobre un fuego que el 24 de agosto se dio por estabilizado.
“Todavía no está extinguido. El viento lo complica, todavía lo sigue complicando”, ha avisado, explicando que “ya está en nivel 1, el Cabildo se hace cargo y con esa evolución favorable, la UME se retira de Tenerife”.
El lunes 28 de agosto, el consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Agua, Manuel Miranda, responsable de Emergencias, anunció que la situación del riesgo se actualizaba a Emergencia Nivel 1, tal y como establece el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Incendios Forestales en la Comunidad Autónoma de Canarias (INFOCA).
Esta decisión se toma a propuesta del director técnico del Plan Infoca, tras las consultas y deliberaciones del comité asesor y dirección de extinción.
Esto significa que a partir de este momento, el Cabildo de Tenerife asume la dirección de la emergencia, la intervención de los recursos y la comunicación a la población.
El incendio continúa en fase de estabilizado desde el pasado 24 de agosto, lo que significa que evoluciona dentro de las líneas de control establecidas, según las previsiones y que las labores de extinción se dirigen hacia su control, detalla el Gobierno en una nota.
Ante esta situación favorable, la dirección del plan ha indicado que en los últimos días se ha iniciado el repliegue de los medios terrestres y aéreos del Estado, entre ellos, los hidroaviones del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), así como las brigadas forestales BRIFOR.
Este incendio se inició a las 23.36 horas del martes 15 de agosto en las inmediaciones de la carretera TF-523, entre los municipios de Arafo y Candelaria, y durante la madrugada, debido a la dimensión del mismo, el Cabildo solicitó el paso a nivel 2 de gravedad en aplicación del INFOCA asumiendo la dirección de la emergencia el Gobierno de Canarias.
La superficie afectada asciende a 14.751 hectáreas distribuidas en doce municipios (La Orotava, Candelaria, Arafo, Santa Úrsula, Los Realejos, Güímar, La Victoria, El Rosario, El Sauzal, Fasnia, Tacoronte y La Matanza) y un perímetro de 90 kilómetros.
En el operativo de extinción han participado 22 aeronaves que han realizado, hasta el momento, un total 7.277 descargas en las que se han empleado 13.103.700 litros de agua, y más de 600 efectivos terrestres entre equipos de intervención, seguridad, logística y voluntarios.
En total más de 13.000 personas fueron evacuadas a lo largo de los días que duró la lucha más intensa contra el fuego, de las cuales 1.300 hicieron uso de los 10 albergues habilitados por los ayuntamientos y 473 animales fueron acogidos en diferentes centros.
La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, ha afirmado que siguen las reactivaciones dentro del perímetro, especialmente en la zona de La Hornaca, en Tacoronte, y sobre todo en Santa Úrsula, donde ha habido trabajo intenso durante el fin de semana y habrá medios aéreos durante toda la semana.
Pese a todo, ha indicado que están "satisfechos" y son "optimistas" con el fin de iniciar en breve las fases de liquidación y control y perimetrar los focos que quedan, si bien aún no se puede dar por controlado.
Los hidroaviones ya dejaron de operar el pasado sábado y solo quedan en acción los helicópteros del Ministerio de Transición Ecológica y los del Cabildo, y siempre con los EIRIF de La Palma del Gobierno de Canarias en alerta.
Pedro Martínez, director del servicio forestal del Cabildo de Tenerife, ha indicado que hay reactivaciones "intensas" porque hay "tocones" y mucho fuego de subsuelo y de lo que se trata es de que estén cada vez más lejos de las zonas pobladas.
Ha apuntado que la que la zona donde más se repiten las reactivaciones en Santa Úrsula porque son lugares de difícil acceso, con fincas privadas donde hay "mucho material" para arder, como bosques de eucalipto.
Sobre el terreno se trabaja con un equipo de más de profesionales y Martínez ha apuntado que la zona sur ya está bastante fría gracias a la entrada del alisio, quedando la norte aún más caliente.
Además, ha comentado que la superficie quemada probablemente será menor a las algo más de 14.700 hectáreas previstas, dado que son estimaciones principalmente, y espera que a través de Gesplan se pueda sobrevolar el perímetro para tener una descripción más real y poder hacer mejor las valoraciones de daños.
Por ahora, se mantienen cerrados al tráfico los accesos al Teide por La Orotava y La Esperanza y la subida de Los Loros.