Un guardia civil de 39 años, que se encontraba fuera de servicio, rescató a tres niños que se estaban ahogando en la playa del Grao de Castellón (Valencia). Los menores se encontraban muy cansados y nerviosos cuando la corriente empezó a arrastrarlos mar adentro. Él, junto a dos personas que se lanzaron al agua, participaron en el rescate. Este año se produce un verano récord en ahogamientos con más de 200 muertos. Los socorristas recuerdan la regla 10/20 para prevenir estos incidentes entre los más pequeños.
El agente fue trasladado al hospital tras quedarse exhausto del rescate, pero su evolución es favorable. Los hechos ocurrieron cuando ondeaba la bandera amarrilla a causa del fuerte viento e intenso oleaje, según ha informado la Comandancia Provincial. Los tres niños se encuentran en buen estado de salud.
El tweet de la Guardia Civil sobre el suceso:
Un guardia civil, llamado René, estaba destinado en el puesto principal de la Guardia Civil de Burriana (Castellón). Tras ir a la playa junto a su familia, se percató de que había tres menores que no podían salir del agua y que estaban siendo arrastrados por el mar. Pese a las condiciones adversas del mar, el agente no dudó en lanzarse y nadar hasta ellos.
"Los niños estaban muy cansados y asustados pero el agente, a pesar de que la labor de salvamento estaba siendo muy dificultosa por el estado de la mar, logró transmitirles palabras de tranquilidad mientras los llevaba hacia la zona de las rocas e intentaba la extracción desde allí", explicó la Comandancia.
Los tres menores fueron sacados del agua entre el agente y las otras dos personas que se lanzaron al mar. Pero el policía se encontraba exhausto por el esfuerzo y la gran cantidad de agua que había ingerido, por lo que no pudo salir del agua. Una socorrista de la zona tuvo que auxiliarlo y trasladarlo en su moto de agua por la pérdida de fuerzas que había sufrido.
Al estar fuera de peligro, se constató que el guardia civil presentaba problemas respiratorios y tuvo que ser atendido por los servicios médicos. Después, fue trasladado al Hospital General de Castellón donde continúa ingresado fuera de peligro.