Vanessa Ruiz, prima de Luis Rubiales, ha declarado en Motril (Granada) que se acabe con el “acoso y derribo” contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) iniciado por el beso a la jugadora Jenni Hermoso. Después de que la madre del exdirigente y una cuñada suya se declarasen en huelga de hambre, Ruiz ha subrayado que “se le está juzgando antes de tiempo”.
Luis Rubiales, quien no quiso dimitir en su última conferencia, ha estado en el punto de mira por la polémica del Mundial. Pero en menos de una semana, la FIFA le ha suspendido de manera temporal y la Fiscalía ha abierto diligencias por un posible delito de agresión sexual. Ahora, su familia se muestra decidida a apoyar al expresidente para que se “haga justicia” tras el comunicado de Jenni Hermoso. La jugadora, a través de su sindicato FUTPRO, aseguró que ninguna vestirá la camiseta de la Selección si no se producen cambios efectivos.
“La familia está sufriendo mucho por él, no nos parece justo lo que está pasando, se le ha juzgado antes de tiempo", ha asegurado Vanessa Ruiz ante la Iglesia de la Divina Pastora de Motril, donde la madre de Luis Rubiales y una cuñada permanecen encerradas tras declararse en huelga de hambre. En medio de sus declaraciones, ha relatado que los familiares del expresidente están “sufriendo mucho”. “Nos hemos tenido que ir de nuestras casas, nos están acosando”, ha relatado.
En defensa de Luis Rubiales, Ruiz ha destacado que “es una bellísima persona, con muy buen corazón y muy noble” y que” quien lo conoce lo sabe”. “Nos parece muy injusto lo que están haciendo con él. Hay vídeos y pruebas suficientes, queremos que Jenni diga la verdad”, ha mencionado tras preguntar por qué la jugadora ha cambiado tres veces su versión.
Las declaraciones de Vanessa Ruiz sobre Jenni Hermoso:
Vanessa Ruiz ha aprovechado para asegurar que Ángeles Ruiz, la madre de Luis Rubiales, es una “persona muy religiosa que se ha puesto en huelga de hambre y que no quiere salir de la iglesia”. “Se trata de una persona mayor, con problemas de salud que está sufriendo muchísimo. Como madre está mal, todo el día llorando, sin comer ni dormir”, ha explicado.
La mujer continuará en la Iglesia, situada en el barrio de Capuchinos de Motril, hasta que se encuentre una solución a la “cacería, inhumana y sangrienta que están haciendo con su hijo con algo que no se merece”. “El encierro se hará de manera indefinida, día y noche”, ha dicho la madre de Rubiales a EFE.