El presidente de la RFEF, Luis Rubiales, se niega a dimitir tras besar sin permiso a la futbolista Jenni Hermoso en un acto público. El dirigente alega que fue un gesto “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido” y que no entiende el comunicado de la jugadora, que rechazó su actuación.
Su postura ha provocado una ola de indignación y críticas, entre ellas las del magistrado Joaquim Bosch, que ha expresado su opinión en Twitter.
Bosch ha calificado el caso de Rubiales de “hecho muy relevante” que evidencia una “prepotencia machista”, unas “actitudes misóginas” y una forma de ejercer el poder “especialmente chulesca”.
El juez ha defendido que es necesario “apartar de sus cargos a quienes actúan así” para garantizar "la igualdad y la salud democrática". Su mensaje ha recibido más de 10.000 me gusta y numerosos comentarios de apoyo.