Barcelona celebra por todo lo alto las Fiestas de Gràcia que se han convertido en el gran evento del verano. Solo el año pasado recibieron la visita de tres millones de personas y claro, a los vecinos les preocupa que esa masificación acabe con las tradiciones del barrio. Un equipo de Informativos Telecinco comprobó anoche cómo ha cambiado el ambiente de estos festejos, que se celebran desde hace 200 años.
Desde la media noche las calles del barrio de Grácia se llenan de jóvenes que beben por todos lados. Compran alcohol a los vendedores ambulantes generando un paisaje de botellón con basura.
Los vecinos están preocupados por la pérdida de identida de unas fiestas en las que cada año se van olvidan costumbres centenarias. Incluso los bares han dejado de poner barras de bebida y han reducido los conciertos para disuadir a los turistas. Pero no ha servido de mucho.
Creen que las fiestas del barrio de Gràcia "han muerto de éxito" porque todo se ha desbordado. Junto a la basura y la falta de urbanidad también aparece la delincuencia con pequeños rateros que ensombrecen una noche de fiesta que muchas veces se complica cuando aparece la policía.