Una mujer ha sido condenada a una pena de dos años de reclusión y se le ha ordenado pagar una compensación de 135,805 euros a la Seguridad Social (INSS) por mantener en secreto durante 24 años la muerte de su hermano, con el propósito de seguir percibiendo la pensión de orfandad que le había sido otorgada.
La sentencia también incluye la prohibición de ejercer el derecho al sufragio pasivo durante su tiempo en prisión, así como una multa equivalente a 7 meses, con una tarifa diaria de 4 euros, y la asunción de los costos legales del proceso.
La acusada admitió que su hermano murió el 1 de mayo de 1996, pero nunca lo comunicó al INSS ni al banco, con el fin de seguir recibiendo la pensión, que en 1996 era de 675.90 euros y en 2020 había subido a 726.70 euros por las revalorizaciones. La pensión se ingresaba en una cuenta bancaria hasta 2012 y luego en otra cuenta de CaixaBank, ambas de titularidad exclusiva de la mujer.
La acusada disponía del dinero de la pensión mediante reintegros en efectivo, compras con tarjeta y domiciliaciones de recibos. El INSS consiguió recuperar 38,970 euros del banco, que según la sentencia “incumplió su obligación de comprobar anualmente la supervivencia del titular de la pensión” y por tanto no avisó al INSS de su fallecimiento.
La mujer solo informó al INSS de la muerte de su hermano el 26 de febrero de 2020, lo que provocó la suspensión del pago de la pensión en marzo de 2020 e dio inicio a las actuaciones para aclarar los hechos.