El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra, los activistas recuerdan que los españoles tiramos a la basura 7,7 millones de toneladas de alimentos de los más de 2.500 que se desperdician al año en todo el mundo.
La alerta llega de Marie Linströmm, directora en España de Good to Go que se lamenta de que la Ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario que preparaba el Gobierno haya quedado pendiente tras la anticipación de las elecciones general del 23J.
La Ley española para reducir el desperdicio alimentario, pionera en Europa, se alinea con la propuesta de la Comisión Europea de proponer objetivos jurídicamente vinculantes para reducir que la comida termine en la basura, mientras millones de personas en el mundo sufren hambrunas.
Bruselas busca reducir el desperdicio alimentario en un 30 % per cápita en supermercados, restaurantes y hogares, además de un 10 % adicional en el ámbito de la manufactura y el procesado, ha explicado Linströmm, que se lamenta de la paralización de la ey española.
"Si se hubiera aprobado, nos hubiéramos posicionado como el tercer país de la Unión Europea que aprueba una normativa a nivel nacional que implica y marca la dirección a seguir para todos los operadores y actores de la cadena de valor. Ahora, con los objetivos propuestos por la UE, se torna más importante que nunca luchar para que todos los esfuerzos puestos en esta ley no queden en el olvido".
La especialista alerta de cumplir los compromisos en la próxima legislatura, porque "el problema del desperdicio alimentario no entiende de ideologías políticas ni de cambios de gobierno; es un reto que debe comprometer a todo el país", enfatiza.