El futbolista Dani Alves ha acudido hoy al Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona tras ser conducido desde prisión, donde llevaba desde el 20 de enero, para que la jueza le comunicase su procesamiento por presuntamente agredir sexualmente a una joven en la discoteca Sutton de la Ciudad Condal. Durante la vista, el jugador, que se habría acogido a su derecho a no declarar, sí ha hecho constar su desacuerdo con los hechos que se le atribuyen y su procesamiento, pero no lo recurrirá para "agilizar" el procedimiento.
El brasileño, exjugador del Fútbol Club Barcelona, Sevilla y PSG, entre otros, tenía la oportunidad de declarar, o bien abstenerse y dejar que su abogado manifieste sus argumentos en su escrito de defensa. A este respecto, fuentes presentes en la sala han explicado que, más allá de esas manifestaciones, el futbolista se ha acogido a su derecho a no declarar.
De este modo, el procesamiento de Alves se volverá firme una vez transcurra el plazo de tres días hábiles que la defensa tenía para recurrirlo.
La vista, como es habitual, se ha realizado a puerta cerrada al formar parte de la instrucción de la causa, una parte del proceso que no es pública, a diferencia del juicio. El jugador llegaba citado a las 12:30, conducido por los Mossos d'Esquadra en un furgón desde la prisión de Brians 2. En el juzgado, ha podido escuchar los cargos de los que se le imputan.
La magistrada considera tener las pruebas suficientes para enviarle al banquillo de los acusados. En el auto de procesamiento, algunas pruebas citan que se encontró ADN del futbolista en una mancha del vestido de la joven. Además, se habla sobre el estado de la víctima, apuntando que padece estrés postraumático globalmente elevado, y que esto puede perdurarle bastante tiempo.
El siguiente paso será que la Fiscalía y la acusación particular presenten sus escritos de acusación con sus peticiones de penas, y la defensa los podrá contestar con su escrito antes del juicio.
Durante todo este tiempo, la defensa ha intentado repetidamente que el jugador salga de prisión provisional y espere juicio en libertad, pero tanto la instructora como la Audiencia de Barcelona lo han descartado porque creen que hay riesgo de fuga y suficientes indicios contra él para mantenerlo en la cárcel hasta que sea juzgado.
El brasileño presuntamente agredió a la joven en el lavabo de un reservado de la discoteca Sutton la noche del 30 de diciembre de 2022, y entre las pruebas en la causa están las cámaras de seguridad de la discoteca (que no graban dentro del lavabo y que acusaciones y defensas interpretan distintamente para respaldar sus tesis), las huellas en el cubículo y los restos de AND de Alves en el cuerpo de la mujer.
Entre una retahíla de versiones contradictorias, el brasileño empezó negando que conociera a la chica, pero más tarde afirmó que habían tenido sexo consentido y justificó que al inicio había mentido supuestamente para ocultar la infidelidad a su pareja.