Para acceder una vivienda, el método más frecuente utilizado por los ladrones es el del 'resbalón', pero también hay otros métodos que permiten a los ladrones acceder a tu domicilio en menos de dos minutos.
Una de las técnicas más conocidas y rápidas usada por los ladrones es el 'bumping', por la cual los delincuentes introducen una llave maestra que golpean en la parte posterior para desajustar los pistones del cilindro y permitir girar la llave y abrir la puerta. Con este método pueden entrar en casa casi sin problemas y sin dejar rastro.
El 'resbalón' consiste en introducir una tarjeta entre el hueco de la puerta y la cerradura para poder abrirla. También el uso de un imán de alta potencia permite girar la llave que algunas personas dejan puesta en la puerta creyendo que así la casa estará más protegida, o la técnica del 'sacacorchos' consiste en taladrar el bombín de la cerradura hasta que se fractura.
El 'impresioning' es una metodología de robo conocida por no dejar huella, ni ningún tipo de rastro visible a primera vista gracias al uso de una lámina de metal incrustada en el hueco de la cerradura que consigue la forma de la llave para poder entrar sin tener que forzar la puerta.
Parecida al 'impresioning' es el 'hilo de lana', una técnica que consiste en introducir una pieza de metal fina envuelta en hilos o trozos pequeños de lana dentro del bombín de la cerradura. El objetivo es rellenar las ranuras de la cerradura para hacer saltar los pistones y abrir la puerta.
Para llevar a cabo este método muchos ladrones realizan un trabajo exhaustivo de las rutinas de cada hogar, por lo que es importante fijarse en si hay señales en la puerta, advierten los expertos.
Los ladrones suelen buscar una copia de las llaves de casa en sitios clave. Por ello, debes evitar dejar copias de tus llaves de casa en lugares como macetas, buzones o felpudos, así como en ventanas o elementos decorativos en las proximidades de tu domicilio.