{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El aumento de la temperatura en mares y océanos están teniendo múltiples consecuencias: desde su impacto en los fenómenos atmosféricos hasta el desplazamiento en los hábitats de algunas especies que los habitan. No en vano, los avistamientos de tiburones en las costas españolas están al alza, al igual que los de las también temidas medusas, y de tipos muy variados.
En esta línea, si recientemente en la playa de Sa Riera de Begur, en Girona, el susto lo ponían varias tintoreras que aparecían junto a la orilla, en una playa de Mazarrón, Murcia, la alerta la activaba el hallazgo de una enorme medusa de 40 kilos de peso y 70 centímetros.
Concretamente, tal como se ha difundido a través de las redes sociales, se trataba de una medusa ‘Rhizostoma lateum’, propia de aguas del Atlántico.
Bautizada por algunos como ‘medusa alien’, por su increíble aspecto, tal como recoge El Español, los científicos señalan que es una especie que es muy poco común en el Mediterráneo y, por tanto, resulta muy difícil verla en la zona, pudiendo pasar más de una década entre su avistamiento.
En las imágenes difundidas a través de las redes, se aprecia como varios bañistas decidieron sacarla del agua con una bolsa de plástico.
De largos tentáculos urticantes, puede llegar a medir más de un metro.
Recientemente, informes de la Dirección General de Pesca y la Universidad de Murcia habían alertado de que el aumento de la temperatura, junto a la mayor transparencia del agua, propician la mayor aparición de medusas, destacando que su población iba a ser elevada.
En esta línea, la Consejería de Salud murciana también llamó a extremar la precaución en este verano, recordando que tampoco se debe entrar en contacto con los ejemplares que han sido arrastrados a la playa, ya que aún podrían liberar aguijones venenosos al tocarlas.
Señalando que los síntomas más repetidos respecto a sus picaduras son escozor cutáneo y enrojecimiento de la zona, que puede ir acompañado de hormigueo, dolor punzante, inflamación y marcas del tentáculo del animal, advertían de que también puede haber otros efectos, de forma excepcional, como dolor de cabeza, problemas digestivos o espasmos que incluso pueden aparecer varias horas después de la picadura.
"La gravedad de la reacción depende, entre otros factores, de la susceptibilidad individual y de la especie de la medusa", declaraba el director general de Salud Pública, José Jesús Guillén.
En estos casos, recordó que se debe contactar de forma inmediata con los servicios de emergencia, ya que "la picadura de medusa también puede provocar desorientación, problemas respiratorios e, incluso, cardiacos".
Sobre ello, la Consejería recuerda que en las costas de la Región de Murcia es excepcional la presencia de especies peligrosas.
Ante el contacto con una medusa, se debe evitar aplicar agua dulce para limpiar la herida, dado que se podrían romper las células urticantes y causar el efecto contrario. Frente a ello, es importante aplicar frío en la zona afectada durante al menos 15 minutos sin aplicar el hielo directamente en la piel.
De igual modo, se recomienda limpiar la zona afectada con agua salada o suero fisiológico para aliviar los efectos de la picadura de este animal y retirar con unas pinzas los restos de tentáculos que hayan quedado adheridos a la piel.