La Policía Nacional ha detenido a un hombre por robar 40 patinetes eléctricos que escondía en un local okupado del distrito madrileño de Carabanchel. El delincuente al sentirse descubierto fingió su propio secuestro y se ató y amordazó, tal y como lo encontraron los agentes.
Los patinetes, valorados en 40.000 euros, los había robado en la madrugada del lunes 24 de julio de un establecimiento de Talavera de la Reina. Los agentes consiguieron localizarlos en menos de 24 horas en un local de Carabanchel, donde encontraron al presunto autor maniatado y con celo en la boca simulando su propio secuestro.
Al día siguiente del robo, la Policía logró llegar a la ubicación aproximada de donde podrían estar ocultos los patinetes, ha informado la Jefatura Superior en un comunicado.
Los agentes confirmaron con los vecinos del barrio que el día anterior las ventanas del local se encontraban abiertas y que, en ese momento, presentaban unas tablas de grandes dimensiones para evitar que se viese el interior desde fuera. Lograron ponerse en contacto con el propietario legítimo del inmueble, quien les informó que la cerradura había sido cambiada sin su consentimiento.
Los policías escucharon gemidos del interior del local y pudieron observar a través de una de las ventanas a un hombre amordazado y maniatado. Rápidamente accedieron a la vivienda percatándose de los patinetes robados y a un hombre, tumbado en el suelo que simulaba haber sido secuestrado. Era el mismo delincuente que buscaba engañar a los agentes.
Estos hallaron en el inodoro del local la gorra que había utilizado el ladrón la noche anterior para ocultar su rostro durante el robo de los patinetes eléctricos. Por todo ello se procedió a su detención y pasó a disposición de la autoridad judicial como presunto responsable de los hechos recuperando los vehículos robados.