La Guardia Civil ha encontrado los cadáveres de trece gatos en un piso de Peñacastillo, en Santander, y ha abierto una investigación por un delito de maltrato animal contra los propietarios de la vivienda, una pareja que no vivía en la casa. Por otra parte, el año pasado, unos gatos devoraron el cuerpo sin vida de su dueña, fallecida repentinamente en casa.
Los vecinos explicaron a los agentes del Seprona que abrieron la vivienda y hallaron a los gatos muertos que llevaban cuatro meses oyendo maullidos procedentes del piso, del que salía un olor muy fuerte, y que incluso en una ocasión vieron a un gato saltando por una ventana.
Según ha informado a EFE la Guardia Civil, la denuncia llegó a través de la seguridad privada contratada por la comunidad de vecinos este pasado martes, 25 de julio, por la tarde. Al día siguiente acudieron al edificio y ayer, este jueves, los agentes del Seprona entraron en el domicilio.
Los propietarios les acompañaron y les abrieron la puerta del piso, que se hallaba "en un estado lamentable" y con un "olor nauseabundo".
Los guardias civiles acudieron a la vivienda junto a un veterinario del Gobierno de Cantabria y todos los gatos que encontraron estaban muertos, en total trece.
Se llevaron tres de los cadáveres para hacerles una necropsia y los otros diez se han depositado en un centro autorizado para destruirlos.
Los vecinos se quejaron de que en los últimos meses habían advertido de la situación que estaban viviendo por "varias vías" pero nadie les había hecho caso, ha explicado la Guardia Civil, a la que no le consta ninguna denuncia.