Las autoridades investigan las circunstancias que rodean al trágico derrumbe del colegio Adoratrices de Logroño después de que un trabajador haya muerto entre los escombros y otros dos hayan resultado heridos. Fue parte de la fachada la que se desprendió repentinamente sorprendiendo a los trabajadores, que se encontraban desarrollando unas obras de remodelación en el centro educativo esos instantes.
En pleno corazón de Logroño, la estructura se vino abajo cuando los tres se encontraban en el interior. Un fuerte estruendo alarmó a todos los vecinos en la zona, en la calle peatonal Juan XXIII, donde rápidamente se desplazaron tanto Bomberos como Policía y ambulancias, que mantienen acordonados los alrededores.
El derrumbe, como precisaba instantes después de los hechos el concejal de Administración Pública, Interior y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Logroño. Francisco Iglesias, se produjo “en cascada” en la tercera y última planta del ala en obras en el que se encontraban trabajando. Dos de los tres trabajadores pudieron "ser rescatadas con vida" y fueron trasladados inmediatamente al Hospital San Pedro”. Uno de ellos presentaba "heridas leves", mientras el otro tenía "heridas un poco más importantes", pero también estaba "consciente y con vida". Ahora, permanece ingresado con pronóstico reservado.
Por su parte, el tercer trabajador quedó atrapado entre los escombros, lo que dio lugar a una compleja e intensa búsqueda en la cual estuvieron implicados efectivos de la Unidad Canina, especializados en este tipo de situaciones, al tiempo en que se desplegaron en paralelo drones con cámaras térmicas.
Avanzando de forma manual en la retirada de escombros, entre peligros de más derrumbes, finalmente consiguieron dar con él, hallándole sin vida.
La Policía Nacional ya investiga los hechos y las circunstancias que rodean al derrumbe, mientras el Ayuntamiento analiza el expediente de la obra para comprobar si todas las licencias estaban en orden.
Sin poder aclarar nada sobre las posibles causas del suceso, Francisco Iglesias recalcaba ayer que "está tanto la Policía Judicial de la Policía Nacional como personal de la Autoridad Laboral investigando" lo sucedido. "Todo está en orden en principio, en lo que es el expediente que desde el Ayuntamiento nos ha comunicado el Concejal de Urbanismo". "En principio para lo que pidieron está completo pero habrá que verlo", indicó, antes de añadir: "La investigación dirá si ha habido alguna negligencia, si ha habido algún fallo estructural, si ha habido algún incidente que haya podido provocar este derrumbamiento, pero de momento esa información no la manejamos".
En el lugar, por su parte, los agentes del TEDAX no confirmaron "que sea una explosión de gas". "Se sabe que se estaba también haciendo obras, se estaba cambiando el ascensor, es lo que disponemos hasta ahora", dijo en el lugar un portavoz policial.
El edificio que se ha derrumbado había sido vendido hace unos meses por el colegio Purísima Concepción y Santa María Micaela (conocido como Adoratrices de Logroño) a una promotora que proyectaba construir en él una residencia. Así lo ha detallaba el colegio en una nota en la que indicaba que el edificio en el que se realizaban las obras, anexo al centro educativo, ya no pertenece a la congregación religiosa que lo regenta, sino a esa promotora.
En esa nota, el colegio, además, lamentaba la muerte del trabajador alcanzado en el derrumbe, así como los daños sufridos por sus dos compañeros, trasladando su "dolor y acompañamiento a sus familias en estos momentos tan duros".
El Ayuntamiento de Logroño, "por cuestiones de seguridad", desalojó dos comunidades de propietarios de los números 16 y 18 de la calle Calvo Sotelo tras el derrumbe. Además, también cerró cuatro locales comerciales del entorno de esos números. Desde el Consistorio indican que "en cuanto los servicios de seguridad lo determinen, se podrá volver a acceder a las viviendas y oficinas y abrir los locales comerciales".
Mientras, desde Comisiones Obreras han reclamado una "rigurosa investigación" de los hechos, al tiempo en que ha reclamado medidas de prevención.
"Trasladamos nuestras condolencias a familiares, amistades y compañeras y compañeros de trabajo y exigimos una rigurosa investigación que esclarezca los hechos", ha dicho el sindicato en una nota de prensa en la que, además, han añadido: "Seguro que una buena prevención habría evitado alguno de los diez fallecidos que contabilizamos este año en accidente laboral".
Ante lo sucedido, este miércoles a las 12:00 horas hará en su sede un minuto de silencio "para dar visibilidad a este trágico accidente mortal".