Para evitar problemas de salud, en el caso de los alimentos que compramos en supermercado hay una pauta de seguridad alimentaria que no falla, si los compramos en la zona de refrigerados, tiene que mantenerse la cadena de frío. Si por el contrario están a temperatura ambiente, ese alimento, si no está abierto, puede mantenerse en la despensa. La única excepción son los huevos, los expertos recomiendan que al llegar a casa los metamos en la nevera.
La Agencia de Seguridad Alimentaria (AESAN) está investigando unos casos de botulismo asociados al consumo de tortillas de patata envasadas de unos conocidos supermercados. Y han saltado las alertas, ¿no se supone que este tipo de tortillas son seguras? ¿Qué ha podido pasar?
Mientras se aclara el problema, la misma AESAN avanza un error que se suele dar con este tipo de alimentos, que el consumidor considera que al estar envasado no requiere frío, y nada más lejos de la realidad.
Aunque en principio estas tortillas de patatas son seguras de consumir, deberían estar siempre refrigeradas, y a veces nos olvidamos.
"Este error es bastante común y puede derivar en un problema de seguridad alimentaria con botulismo. Estas son tortillas pasteurizadas, por tanto han recibido un tratamiento térmico que destruye los microorganismos patógenos, pero no destruye una forma de resistencia que tienen estos microorganismos patógenos que son las esporas. El frío evita que esas esporas den problemas, pero si la dejamos a una temperatura ambiente, es decir, si lo sacamos de esa cadena de refrigeración permitimos que germinen y produzcan la bacteria botulínica", explica Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos.
Por eso para que no haya ningún tipo de problema tenemos que poner de nuestra parte, evitar romper la cadena del frío y consumirlas siempre respetando la fecha de caducidad.
"Son alimentos seguros, esas alertas son excepcionales, pero como consumidores no podemos olvidar que la manipulación de los alimentos que hacemos nosotros también es importante y forma parte de la cadena de seguridad alimentaria", aclara Robles quien insiste en que es importante tener unas "buenas prácticas higiénicas, mantener la cadena frío y evitar la cadena de contaminación cruzada".
Porque es importante según los expertos, que el consumidor haga un uso adecuado del producto, que se sigan las pautas de almacenamiento recomendadas y que se respete la fecha de caducidad e indicaciones del etiquetado. Sobre todo en verano. A las bacterias les gusta el calor, a partir de 20 grados ya se empiezan a reproducir con facilidad, así que no queremos que se desarrollen lo mejor es ser cuidadosos.
"En el momento que saquemos ese alimento de casa, cuando transportemos alimentos que necesitan refrigeración, tenemos que mantenerlos en frío siempre, usando si es necesario una nevera con bloques de hielo. Son alimentos que son sensibles al crecimiento de microorganismos, y que con estas temperaturas, consiguen multiplicarse hasta alcanzar lo que llamamos dosis infectivas", insiste la técnico alimentaria.
Por eso para evitar problemas no olviden el hielo en la nevera portátil si queremos llevarnos a la playa una tortilla de patatas envasada, o cualquier otro alimento de los que habitualmente requieren refrigeración.