Un policía fuera de servicio salva la vida a una bebé que se estaba asfixiando en el Metro de Barcelona

Un agente de la Policía Nacional que se encontraba fuera de servicio ha salvado la vida a una bebé de un mes que se estaba asfixiando en el Metro de Barcelona. Su rápida intervención, realizando maniobras de reanimación a la pequeña, resultó clave para conseguir salvarla poniendo fin a la desesperación de sus padres.

Los hechos se produjeron ayer, martes 18 de julio, en la estación de Metro de Arco de Triunfo de la Ciudad Condal, donde el agente se encontró con la dramática escena cuando bajaba por las escaleras de las instalaciones.

Según informa Vozpopuli a través de una noticia de la que se ha hecho eco la propia Policía Nacional a través de las redes sociales, en esos momentos el funcionario observó a un vigilante de seguridad que llevaba el cuerpo de la bebé mientras sus padres, al lado del empleado, solicitaban ayuda sumidos en la angustia.

Fue entonces cuando el agente no dudó en aproximarse para, tras identificarse, realizar una intervención contra reloj para salvarle la vida.

Mientras sacaba a la niña al exterior, pidió al vigilante que llamase a los servicios de Emergencias, con los que se comunicaron a través de un altavoz para expresarles que la bebé tenía síntomas de asfixia: ‘color de piel azulado, gran dificultad para respirar e incluso la mirada perdida por la falta de oxígeno y un nivel de consciencia muy limitado’. como informa Vozpópuli.

En esas circunstancias, el policía fuera de servicio realizó la maniobra de Heimlich a la pequeña y, tras unos minutos que se hicieron eternos para los progenitores, consiguió que expulsase gran cantidad de mucosa por las fosas nasales y la boca.

En ese proceso, además, el agente introdujo los dedos para liberar sus vías respiratorias, logrando con todo ello salvar a la bebé.

Tras la intervención y la llegada de los efectivos sanitarios a la zona, la pequeña fue trasladada hasta el Hospital Sant Pau, donde se evaluó su situación, dado a que, pese a encontrarse ya estable, tenía fiebre alta y todavía mucha mucosidad en las vías respiratorias.

En ese tiempo, el policía también se interesó por la evolución de la niña ante unos padres, ambos de solo 17 años, enormemente agradecidos por su actuación.