El Programa de Ana Rosa, en Telecinco, ha tenido acceso a las declaraciones, en vídeo, de Dani Alves en sede judicial. En ellas, concretamente, el futbolista brasileño, ex del Fútbol Club Barcelona, ofrece su última versión al respecto del suceso ocurrido en la discoteca Sutton por el que se le investiga como presunto autor de una agresión sexual a una joven.
Contextualizadas en el día 17 de abril, reconoce por primera vez que mantiene relaciones sexuales con ella, pero insiste en todo momento en que fue consentido: “El camarero enseguida invitó a tres chicas que estaban a la izquierda de nuestro reservado, y esas chicas vinieron a nuestro reservado. Pero no es que nosotros hayamos insistido al camarero ni el camarero a ellas. Simplemente el camarero fue allí y las chicas vinieron. Cuando llegaron, pues enseguida había buen ambiente. Estábamos pasándolo bien, todos nos estábamos divirtiendo y enseguida hubo una atracción sexual”, afirma Alves en sus declaraciones.
“Yo noté su buena disposición cuando me alejaba de ella y hablaba con sus amigas. Y cuando hablaba con ellas se acercaba a mí nuevamente. Noté su buena disposición por nuestra manera de bailar, y fue cuando yo le dije a ella de trasladar todo eso al baño. Yo me acerqué a ella otra vez y le dije que yo iba primero, y que la esperaría dentro del baño. Cuando llegué, hice pis y dos o tres minutos después, como no llegaba, salí”, dice literalmente.
Tras eso, el brasileño continúa relatando lo que sucedió inmediatamente, dejando claro en su versión que no forzó a la presunta víctima a entrar: “Cuando estaba saliendo prácticamente me la encuentro allí en la puerta. Y estando la puerta del baño abierta entró ella primero y después entré yo. Cuando entramos nos pusimos frente a frente el uno del otro. Ella me besó, empezó a quitarme lo pantalones”, señala, relatando a continuación las prácticas sexuales que dice que ocurrieron.
Tras lo acontecido en el baño, explica qué hicieron a continuación: “Después de eso yo regresé a la sala. Le dije a ella que yo iba a salir primero, y que ella se esperara porque no quería volver a insistir, por precaución de ella y mía. No quería que nos vieran en ninguna actitud ahí fuera que no fuera respetuosa”, apunta.
Para la defensa del futbolista, el contexto previo a lo sucedido en el baño de la discoteca Sutton de Barcelona es importante. Apunta, concretamente, que la denunciante estaba en actitud festiva y cercana al jugador antes de entrar al lavabo, algo que esgrimieron, apoyándose en las imágenes de la cámara de seguridad de la discoteca, en su recurso para intentar que abandonase la cárcel de Brians 2, donde lleva en prisión provisional desde el 20 de enero.
Los jueces replicaron entonces que “dicho comportamiento, aun cuando se tratara de un típico cortejo sexual entre dos adultos como afirma la defensa, no puede en modo alguno justificar una posterior agresión sexual", por lo que la sección 3 de la Audiencia de Barcelona volvió a confirmar que el jugador seguiría en prisión a la espera del juicio.
Encabezada por Cristóbal Martell, abogado del brasileño, la defensa sostiene que "hubo tensión sexual mutua desde el principio" y que las relaciones sexuales fueron “consentidas”. Más allá, Alves señaló que "cree que la joven pudo sentirse ofendida o enfadada al pedirle salir por separado del baño y no haber sido más atento al concluir el acto sexual". "Todo lo que pasó en el interior del baño fue un acto libre y voluntario”, manifestó el jugador.
Frente a esa situación previa a lo sucedido en el baño, no obstante, los jueces dejaban clara su postura en la Audiencia de Barcelona en el momento de confirmar que el ex del Barça seguiría en prisión: "Tampoco puede fundarse la línea argumental para descartar el ataque a la libertad sexual de la joven en que ella entró voluntariamente en el baño. Aun cuando así fuera ello no daría ninguna concesión al señor Alves para imponer el acto sexual".
En esta última declaración de Alves en sala judicial, de la que ahora tenemos imágenes, el jugador sigue la estrategia de la defensa de intentar resquebrajar la solidez del testimonio de la presenta víctima, que se ha mantenido coherente frente a los cambios de versión mantenidos por el brasileño.
“Salí al reservado, regresé a mi posición donde estaba y después salió ella, supongo que enfadada por mi actitud. Le fue a mi amigo, le saludó y a mí no. No se despidió de mí. Pero ni en el reservado ni en el baño nunca me dijo que parara ninguna acción, ninguna caricia, ningún baile ni ninguna aproximación. Ni ella ni sus amigas. Lo que sí es cierto es que nadie puede decir que yo haya tenido ninguna actitud avasalladora con nadie, porque para mí el respeto es todo en esta vida y si una persona no quiere, pues no sucede nada, y así fue”, asegura.
“Cuando se despidió ya eran sobre las cuatro de la mañana. Pedí la cuenta de mi consumición y de mi amigo y nos fuimos. Cuando salimos, salimos siempre custodiados por la seguridad, y siempre salimos con paso acelerado para evitar cualquier aglomeración en la salida. Y no la vi, no la vi en la salida. Dijeron que estaba allí, pero yo no la vi. Si la hubiese visto ahí la hubiese parado para preguntarle que le había pasado, porque hasta entonces todo estaba bien. Todo estaba dentro de lo que queríamos: de lo que quería ella, de lo que quería yo. Yo fui simplemente un cómplice de las ganas que ella tenía o de las ganas que yo tenía”, llega a declarar.