Es un hecho avalado por los datos: el número de olas de calor prolongadas y simultáneas en el hemisferio norte se ha multiplicado por seis desde la década de 1980. Lo han contado desde la Organización Meteorológica Mundial en una rueda de prensa donde han advertido que estos eventos "seguirán creciendo en intensidad".
De acuerdo con John Nairn, asesor principal de calor extremo de la agencia de la ONU ,"el mundo necesita prepararse para olas de calor más intensas”, porque esto va a ser habitual.
Ahora mismo según han informado, temperaturas excepcionalmente altas están rompiendo récords en el hemisferio norte. Todo provocado por una ola de calor que se intensificará esta semana, y que provocará "un aumento de las temperaturas durante la noche y un mayor riesgo de ataques cardíacos y muertes", según ha explicado el meteorólogo .
Las olas de calor de este verano, en las que las temperaturas subieron a 53 grados en el Valle de la Muerte de California y a más de 52 grados en el noroeste de China, coincidieron con incendios forestales desde Grecia hasta los Alpes suizos e inundaciones mortales en India y Corea del Sur.
"Las temperaturas en América del Norte, Asia y en todo el norte de África y el Mediterráneo estarán por encima de los 40°C durante un número prolongado de días esta semana a medida que se intensifique la ola de calor", explican desde la OMM, aunque lo que alertan y lo que consideran preocupante son las temperaturas mínimas durante la noche y van a alcanzar nuevos máximos.
"Si bien la mayor parte de la atención se centra en las temperaturas máximas diurnas, son las temperaturas nocturnas las que tienen los mayores riesgos para la salud, especialmente para las poblaciones vulnerables", ha explicado Nairn.
Se estima que, sólo en Europa, 1.000 personas pueden haber muerto en las olas de calor del año pasado.