El aborto natural o espontáneo que ha sufrido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, recuerda que la gestación es un proceso biológico no exento de determinados riesgos. La medicina ha logrado minimizar muchas de las amenazas que pesan sobre la vida de las gestantes y sus fetos, pero hay otras variables que son imposibles de predecir y que ponen en peligro el nacimiento del tan esperado hijo.
Pero, ¿por qué se producen estos abortos naturales? La estadística nos dice que estas interrupciones espontáneas de la gestación no son excesivamente frecuentes, suelen darse entre el 10 y el 20 % de todos los embarazos. La ciencia médica los define como la pérdida del feto antes de la vigésima semana de gestación, y la mayoría de los abortos espontáneos ocurren en las primeras 8 semanas.
Hay numerosas causas que pueden estar detrás de un aborto natural, y entre las más comunes nos encontramos con las siguientes:
Las consecuencias físicas y emocionales del aborto espontáneo pueden variar ampliamente. Físicamente, las mujeres pueden experimentar sangrado vaginal, calambres y dolor. En algunos casos, puede ser necesario un procedimiento para extirpar cualquier tejido restante del útero.
Emocionalmente, las mujeres pueden experimentar una variedad de sentimientos, incluidos el dolor, la culpa y la decepción lo que puede desembocar en la necesidad de buscar el apoyo de un especialista en salud mental.
Las mujeres mayores de 40 años corren un mayor riesgo de experimentar complicaciones durante el embarazo, incluido el aborto espontáneo. Además de los riesgos físicos asociados a este, las mujeres mayores también pueden experimentar angustia psicológica y una sensación de pérdida.
Las mujeres que han experimentado un aborto espontáneo tienen más probabilidades de tener otro, pero la mayoría de las mujeres que han experimentado uno o más abortos espontáneos pueden tener embarazos exitosos.
Sin embargo, las mujeres que han tenido múltiples abortos espontáneos pueden someterse a pruebas para identificar cualquier condición subyacente que pueda estar afectando su capacidad para llevar un embarazo a término.