Un año y tres meses de cárcel. Es la sentencia que ha dictaminado un juzgado de Mataró a un hombre que se dedicó sistemáticamente a incordiar a sus vecinos de la localidad de El Masnou (Barcelona), reproduciendo música electrónica a todo volumen, día y noche, durante al menos 5 años.
Según mediciones sonométricas, el volumen de la música llegaba a alcanzar los 57 decibelios durante la mañana y el día, cuando el máximo legal está en 35. Por la noche la música sonaba a 56 decibelios, cuando los máximos permitidos son 30.
Este caso viene del 2015, cuando 3 vecinos que vivían en una casa adosada a la del condenado pusieron una querella contra el mismo, tras haber soportado cerca de 3 años de música electrónica a todo volumen. Quejas que el procesado desoyó reiteradamente. Los vecinos denunciaron problemas de salud física y psíquica ocasionados por el ruido. El acusado, pues, "no adoptó ninguna medida para evitar los efectos nocivos" en la salud de los demandantes, según la sentencia emitida.
El hombre ha sido procesado por un delito contra el medio ambiente y, además de tener que cumplir la pena de prisión estipulada, tendrá que indemnizar a los afectados con un total de 18.000€ y tendrá que pagar una multa adicional de 2.160€. El acusado, además, queda inhabilitado para ejercer cualquier oficio que guarde relación con la música electrónica.