Es la noticia que ha encogido el alma hoy a David Cantero y no es para menos. Es la historia del menor encontrado en una playa de Tarragona. Su estado era tal que los bañistas llegaron a pensar que se trataba de un muñeco. Los especialistas confirmaron en pocos minutos que nada de eso: se trataba del cadáver de un menor que, todo apunta, fue arrastrado por el mar hasta la orilla tras morir ahogado en un viaje en patera.
Los restos, en la orilla, se encontraban muy deteriorados, prácticamente irreconocibles. Ha sido un operario de limpieza el que ha dado aviso esta mañana. Su ropa no era la de nadie que hubiera ido a la playa a bañarse y se hubiera ahogado, ni de embarcación de recreo.
Todo parece indicar que proviene de un naufragio. De alguno de estos miles de barcos que intentan cruzar el mediterráneo en busca de una vida mejor. Es la hipótesis principal. La investigación deberá confirmar también la edad y el sexo del bebé, posiblemente una víctima más del éxodo de migrantes a través del Mediterráneo.