Efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha emprendido una nueva búsqueda para intentar localizar sobre el terreno pistas que lleven a dar con el paradero de Ibrahima Diouf, el temporero senegalés, de 33 años, desaparecido en Villacarrillo (Jaén) en enero de 2021.
El Instituto Armado viene desarrollando reiteradas búsquedas y pesquisas relacionadas con este caso, por el que un vecino de la citada localidad está investigado. Se trata de un empresario agrícola para el que trabajó el jornalero y que ya fue objeto de investigación por la desaparición de otro temporero en 2013, aunque fue absuelto en el juicio. De hecho, también se siguen buscando los restos de este primer temporero desaparecido.
Desde su desaparición, la UCO viene ha realizado labores de búsqueda en propiedades de la persona investigada, para tratar de encontrar alguna pista sobre el paradero del jornalero desparecido.
En esta ocasión, se han desplazado hasta Villacarrillo una treintena de agentes que están rastreando palmo a palmo el paraje conocido como Arroyo los Pozuelos, situado en la salida del polígono industrial del municipio.
Según han confirmado a Europa Press fuentes de la investigación, se está peinando la zona a caballo y se cuenta con la ayuda del Servicio Cinológico para que los perros rastreen cualquier resto biológico que detecten en el terreno. También se cuenta con la ayuda de un dron que sobrevuela la zona y los puntos de difícil acceso, como es un barranco de gran profundidad.
Las labores de rastreo han comenzado con las primeras luces del día y se han mantenido hasta las 13,00 horas. Está previsto que este martes prosigan los trabajos de búsqueda.
Estos nuevos trabajos de búsqueda se producen después de que el pasado mes de mayo, la Guardia Civil pidiera colaboración ciudadana para poder esclarecer el caso. En ese momento, argumentaron que que sería de gran interés para la investigación, el disponer de cualquier material gráfico, tanto fotos como vídeos, grabados en la vía pública del municipio de Villacarrillo entre los días 5 y 7 de enero de 2021, destacando como evento relevante del que también se solicita material gráfico, la celebración de la Cabalgata de los Reyes Magos.
Como consecuencia de las colaboración ciudadana, las imágenes aportadas permitieron detectar un charco de sangre cerca de la vivienda del empresario investigado. Los investigadores del caso han buscado pruebas de cualquier índole, pero especialmente biológicas que puedan pertenecer al segundo trabajador desaparecido. También se han llevado algunos de estos elementos de la calzada para un análisis más exhaustivo.
Otro de los testimonios aportados por los vecinos de Villacarrillo señalan la compra de lonas usadas en el olivar para recoger las aceitunas como un elemento que podría haber sido usado en la desaparición de Ibrahima Diouf, informa el Diario de Sevilla.
En el primer momento de la desaparición de Ibrahima Diouf, hubo registros minuciosos en un garaje y una vivienda, en los que también participaron perros del servicio cinológico. Además, se contó con miembros de los grupos de Actividades Subacuáticas (GEAS) y de Rescate Especial de Intervención en Montaña (Greim) para la inspección de un pozo ubicado en el inmueble. Después, se inspeccionó una finca de olivar propiedad del citado vecino en Villanueva del Arzobispo (Jaén).
Los últimos rastreos se llevaron a cabo el pasado mes de marzo y ahora regresan nuevamente los agentes de la UCO para seguir buscando en otras zonas donde les lleva la investigación, que se mantiene abierta.
La persona investigada ya fue detenida por la desaparición en diciembre de 2013 de un temporero maliense que trabajaba para él en la recogida de la aceituna y cuyo cuerpo sigue sin aparecer.
Se trataba de Tidiany Coulibaly, de 22 años, del que se perdió el rastro después de que él y otros trabajadores inmigrantes de su cuadrilla mantuvieran una discusión con el referido empresario agrícola, al que manifestaron sus quejas por las condiciones de trabajo en la recolección.
Tras ser juzgado en 2016 por, entre otros delitos, explotar a trabajadores inmigrantes y haber hecho desaparecer a uno de ellos que se levantó en portavoz de la cuadrilla, fue absuelto del delito de desaparición forzosa de Tidiany Coulibaly.
La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén, por contra, lo condenó a un año de cárcel y multa de 4.200 euros por un delito contra los trabajadores, que "eran explotados", y a otro año y medio de prisión por un delito contra la Administración de Justicia junto a otra multa de 6.000 euros. Además, por una falta de defraudación de fluido eléctrico se le condenó al pago de otra multa por valor de 1.200 euros.