Otra vez, otro fin de semana marcado por la violencia machista, con dos crímenes perpetrados además delante de menores. Uno ha sucedido en Antella, en Valencia, y el otro en Logroño. En este último caso la mujer asesinada era una psicóloga siria de 34 años que llegó con algunos miembros de su familia en 2016 como refugiados. Sus tres hijos han quedado huérfanos y sus parientes más cercanos vienen desde Alemania para hacerse cargo de ellos.
Su asesino, tras arrebatarle la vida, recogió en la biblioteca a sus tres hijos, de entre 7 y 11 años. Después, los llevó al río, donde intentó que muriesen ahogados. Ninguno sabía nadar e intento tirar de las niñas y obligarlas a entrar en el agua. El hermano pequeño, afortunadamente, escapó gritando que les querían ahogar.
Cuando la Policía llego hasta el lugar, el asesino confesó el crimen con total frialdad.
Ahora, los pequeños están siendo atendidos por Cruz Roja, mientras localizan a otros familiares. Llegaron a España hace siete años como refugiados sirios. El padre, el asesino, era ingeniero. Ella, la madre, víctima a la que arrebató la vida, psicóloga. No constaban denuncias previas.
El detenido, de 44 años, pasará este martes a disposición judicial ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja.
El crimen ocurrió a aproximadamente las 14:30 horas del pasado sábado, en una vivienda de la Plaza Martínez Flamarique número 1, en la zona este de la capital riojana, muy cerca del Ayuntamiento de la ciudad. Según informaron fuentes policiales, el suceso se conoció al recibirse una llamada en la Sala 091 de un ciudadano informando que un varón se había tirado al río Ebro en las proximidades del Cuarto Puente en Logroño.
Tras ello, dos patrullas de la Policía Nacional localizaron al varón, que explicó que su mujer se podía encontrar fallecida en el domicilio de ambos de la Plaza Flamarique. Así, los agentes se dirigieron al domicilio, abriendo la puerta donde se encentraron a la mujer desangrada, fallecida en su interior.
En el lugar de los hechos estuvieron trabajando durante varias horas equipos de la Policía Local y Nacional y, finalmente, sobre las 17:45 horas, se procedió al levantamiento del cadáver y los servicios funerarios se llevaron el cuerpo de la víctima.
Mientras tanto, en Valencia, y concretamente en el municipio de Antella, donde hoy se suceden las muestras de repulsa, otro menor de 12 años, atendido por los psicólogos, no deja de preguntar por su madre, a la que no pudo salvar cuando pidió ayuda tras ver cómo había sido apuñalada por su padre adoptivo.
En este caso, tampoco había denuncias previas en la pareja, que se estaba separando. Ya no vivían juntos. Él, expolicía, fue expulsado por su comportamiento agresivo y problemas con el alcohol; un carácter violento que arrastró en otros trabajos.