La mejor medicina para un exoficial de Australia tiene bigotes y cuatro patas. Se llama Bándit, un gato que le ayuda a lidiar con la ansiedad y los traumas que le ha causado la profesión.
Bándit no viene en pastillas pero es más efectivo que cualquier otro tratamiento. Es fundamental para que Anthorr, un exoficial retirado de la Fuerza Fronteriza de Australia, supere los traumas que le ha provocado su trabajo.
"A veces es difícil enfrentarse al hecho de que eres vulnerable, pero tienes que hacerlo", señala el agente jubilado mientras conversa con su gato entre las manos.
Bándit le ayuda a calmar su ansiedad. “Ella se da cuenta cuando algo está pasando, cuando no está del todo bien. Y se estirará hacia mí y colocará sus patas en mi pierna, como ves que hacen los gatos todo el tiempo y exigirá atención y luego ejercerá presión".
Desde ir de tiendas...a tomar café. Un amigo peludo para Anthorr, que “también me ayuda a cerrar un poco esa brecha social" y que se ha convertido en su mejor aliado.