Mantener una buena higiene postural es clave para no sentir dolores en la espalda. Esto es algo que debemos tener siempre presente, ya sea en el puesto de trabajo, acostados o incluso sentados en el sofá viendo la televisión.
Según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), “las causas del dolor de espalda son múltiples y sabemos que ésta es una patología muy frecuente, es fácil comprender la importancia de adoptar unos hábitos posturales correctos, y adecuar el estilo de vida para prevenir el mencionado dolor”. A lo que añade que la columna vertebral generalmente sufre “cuando nos mantenemos mucho tiempo en la misma posición, ya sea de pie, sentado o acostado; cuando adoptamos determinadas posturas que aumentan sus curvas fisiológicas; cuando realizamos grandes esfuerzos, o pequeños, pero muy repetidos; y cuando realizamos movimientos bruscos o adoptamos posturas muy forzadas”.
Teniendo en cuenta estas directrices basadas en recomendaciones médicas, resulta recomendable vigilar nuestra postura para evitar que los dolores de espalda – y de otras zonas del cuerpo– aparezcan. Y precisamente en el momento de sentarse en el sofá o cualquier otro lugar para ver la televisión es cuando más tendemos a no poner atención ni en la posición que adoptamos, ni en la distancia al televisor, ni el ángulo de visión.
No obstante, está claro que resulta complicado mantener una adecuada higiene postural una vez que nos sentamos en el sofá a descansar, ya sea por la ergonomía de este o por las necesidades de conseguir una posición que consideremos “relajada”.
Recomendaciones médicas
Así pues, los principales recomendaciones para ver la televisión y que nuestro cuerpo no sufra son las siguientes:
Apoyar bien las lumbares en el asiento para que no sufran y aparezcan molestias al rato de estar sentados.
Mantener la espalda erguida sin adoptar una curvatura antinatural. En este sentido, los sofás excesivamente mullidos provocarán que sea casi imposible mantener una postura correcta y, por lo tanto, fomentarán la aparición de dolencias.
Cambiar de postura. Tal y como expone el CSIC, mantener una posición durante mucho tiempo puede ser perjudicial. Por ello, hay que cambiarla o levantarse. Este consejo también es habitual en el lugar de trabajo en caso de pasar sentados la mayor parte de la jornada laboral.
No cruzar las piernas. Adoptar esa postura no solo provoca una mayor tensión en la pelvis, sino que además resulta perjudicial para la circulación en las piernas.
Usar reposabrazos. Si el asiento tiene reposabrazos es mejor para el descanso de los hombros y, por consiguiente, para toda la espalda.
Usar cojines. Conviene tener cojines que ayuden a adoptar la postura más cómoda en el sofá o el sillón. De este modo, si la forma del asiento provoca que no se apoyen las lumbares, con la colocación de un cojín se evita esa carencia.
La tele frente a los ojos. El televisor debe situarse enfrente para no perjudicar al cuello y las cervicales. Además, ha de colocarse en un ángulo que no provoque la modificación de la postura para una correcta visualización.
Colocar el televisor a una distancia adecuada. Dependiendo del tamaño del aparato de televisión, el asiento deberá situarse más o menos cerca. Por ejemplo, los modelos que tienen 42 pulgadas han de colocarse al menos a dos metros y medio.