Cada vez hay más turistas y cada vez hay más gente que busca llamar la atención en las redes sociales con sus comportamientos incívicos. La última polémica, la estúpida "hazaña" de una pareja que ha indignado a los vecinos del municipio pontevedrés de Cambados, tras poner en peligro su joya arquitectónica más querida, una torre medieval.
Lo que sus osados protagonistas veían como una proeza, era una imprudencia. Según el vídeo que publicó la pareja, subieron hasta arriba de la torre medieval escalando. "No me parece bien, a parte que se pueden matar", cuenta una mujer.
Más de 10 siglos, y varias restauraciones mediante, la torre lleva sobreviviendo al paso del tiempo. "No solo es un atentado contra el patrimonio, sino que además crece de manera exponencial debido a las redes sociales", explica sobre el incidente Javier Montero, de la Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal).
Hace solo unos días, un joven se encaramó a la Puerta Santa de la Catedral de Santiago. Y en otra situación, una peregrina alemana se inmortalizó con tiza y sobre el suelo de la plaza del Obradoiro los kilómetros recorridos. También la moda del selfie podría reducir a escombros la famosa roca de Los Escullos, en el Cabo de Gata, en Almería.
En Italia, los Carabinieri lograron identificar a un turista inglés que escribió orgulloso su nombre y el de su pareja en las paredes del Coliseo. Pudo salir del país antes de ser localizado, pero se enfrenta a una multa de 18.000 euros y hasta cinco años de prisión.