Se busca a un individuo alto, delgado y con la camisa ensangrentada, al autor de la puñalada que mató a María Concepción, Concha, la dueña de una popular tienda de Madrid que se resistió a un atraco en Tirso de Molina. Hoy los vecinos, indignados por este asesinato, han llenado su puerta de flores. Era una mujer muy querida, una veterana entre los comerciantes de la plaza de Tirso de Molina, que estaba a punto de jubilarse e iba a ser pronto abuela por primera vez, por eso no se había ido de vacaciones.
El barrio entero está absolutamente conmocionado por la muerte de María Concepción, la mujer apuñalada, la dueña de una popular tienda de ropa de esa plaza. La policía aún no ha dado con su asesino. Entró a la tienda armado y a plena luz del día asestó varias puñaladas a Concha, después huyó con la recaudación, lo poco que había en la caja.
Lo hizo a plena luz del día. Varios transeúntes le vieron correr con la camisa ensangrentada. Además, alguna cámara pudo grabarle porque pese a todo Tirso de Molina es uno de los barrios más vigilados. Con esas pistas trabaja la policía, que sigue buscando al presunto asesino que arrebató la vida de Concha.
Tenía 61 años y era muy conocida y querida en el barrio. Llevaba toda la vida regentando este negocio familiar donde ahora han montado este altar improvisado en su memoria. Vecinos, comerciantes y hasta los indigentes que duermen en la plaza la recuerdan con cariño y sienten rabia y miedo de que mañana algo así les pueda pasar a ellos.