Las personas que fuman son entre 15 y 30 veces más propensas a contraer cáncer de pulmón o a morir debido a esta enfermedad que las que no lo hacen. Incluso fumar unos pocos cigarrillos al día o de manera ocasional aumenta el riesgo de contraer cáncer de pulmón. Otro dato que lo constata es que el 86% de los enfermos de cáncer de pulmón son fumadores o exfumadores. Ahora, un ejemplo más demuestra la nítida relación que existe entre fumar y padecer esta enfermedad y es el gráfico que acompaña a este artículo.
Elaborado a partir de las cifras de Our World in Data, publicación en línea de la Universidad de Oxford que presenta datos y resultados empíricos que muestran el cambio en las condiciones de vida en todo mundo, este gráfico muestra la estrecha relación de la curva de venta de cigarrillos a hombres en Estados Unidos desde 1900 a 2015 con la de las muertes por cáncer de pulmón al año en ese mismo país desde 1950 hasta 2015.
Ambas curvas siguen un patrón similar, solo que con un decalaje de algunas décadas. Lo que demuestra que, aunque sus consecuencias no son inmediatas, cuantos más cigarrillos se venden, más muertes por cáncer de pulmón se producen pasadas unas décadas. Y al revés, al frenarse el consumo de tabaco, la mortalidad por esta enfermedad cae de la misma manera.
Los primeros cigarrillos aparecen en 1900 y poco a poco su venta se extiende de forma imparable. En 1929, año de la Gran Depresión, se venden más de cuatro cigarrillos por adulto al día en Estados Unidos. En 1945, coincidiendo con el final de la Segunda Guerra Mundial, se compran casi nueve.
La primera vez que los epidemiólogos dictaminan que fumar es dañino para la salud es a finales de los años 40, principios de los 50. Paralelamente, en esos mismos años, las muertes por cáncer de pulmón en hombres empiezan a dispararse: 18 por cada 100.000 habitantes en 1950.
En 1964 un informe del departamento de Salud Pública de Estados Unidos relaciona fumar con las muertes por cáncer y enfermedades del corazón. Ese año, se alcanza la mayor venta de cigarrillos por día y hombre: 11. Mientras, la tasa de hombres fallecidos por cáncer de pulmón debido al tabaquismo se sitúa ya en 35.
Cada vez hay más concienciación de que fumar mata y en 1970 Estados Unidos prohíbe los anuncios de cigarrillos en radio y televisión. Ese año mueren 45 hombres por cada 100.00 habitantes.
Un lustro más tarde, en 1975, la venta de cigarrillos empieza a caer paulatinamente, pero no es hasta 1990 cuando la tasa de fallecidos alcanza su cénit con 55 fallecidos. A partir de ese año, las muertes por cáncer de pulmón comienzan a descender.
Años antes, Estados Unidos ha tomado medidas cada vez más drásticas para poner coto al tabaco. En 1983, se doblan los impuestos federales sobre el tabaco y, años más tarde, aumentan las prohibiciones de fumar a bordo. Paralelamente, se amplía la disponibilidad de los medicamentos sin receta para sustituir la nicotina. En 1998, California prohíbe fumar en restaurantes, y, en 2009, las tasas federales incrementan de nuevo de 0,39 dólares (0,36 euros) a 1,01 dólares (0,39 euros) por paquete de cigarrillos.
Los frutos de estas restricciones se han constatado décadas después, con la caída constante de fallecidos. En 2015 (año hasta que llega el gráfico) el número de cigarrillos que se venden por hombre al día es algo más de tres. Ese año, la tasa de fallecimientos por cáncer de pulmón en hombres fue en Estados Unidos de 30 por cada 100.000 habitantes.
En España, las leyes contra el tabaquismo de 2005 y de 2010 dieron un enorme impulso al control del tabaquismo. Si en 2009, había un 26,2% de personas mayores de 15 años que fumaba a diario, la cifra bajó hasta un 19,8% en 2020, según la Encuesta Europea de Salud.
Con todo, el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo lleva meses instalado en el limbo, sin que el Ministerio de Sanidad haya dado un paso al frente definitivo. Y eso a pesar de la recomendación de los expertos que incluso piden que se prohiba vender tabaco a partir de ciertas generaciones, como ya está sucediendo en otros países.