El silencio ha protagonizado la concentración de condena que se ha celebrado en Torrox tras el intento de asesinato de Carmen, la mujer tiroteada por su exmarido, comandante de la legión retirado. Ella no le había denunciado nunca por miedo. Ahora, la víctima evoluciona favorablemente de sus heridas aunque se encuentra grave y en coma inducido en el Hospital Regional de Málaga. En Torrox, siguen conmocionado con la terrible y brutal escena que ocurrió cuando la expareja de Carmen intentó matarla de un disparo y después él se suicidó.
Carmen se protegió del ataque con su bolso que paró la bala con la que su exmarido intentó asesinarla. La rápida reacción de los vecinos fue vital para evitar así que la mujer muriese desangrada.
Carmen se desplazó hasta la casa de su hija, en Torrox, huyendo de su exmarido. La había localizado en Nerja, donde vivía con su otro hijo. Desde que se separaron hace cinco años Carmen tenía miedo. Temía las represalias de su exmarido y sabía que tenía un arma. Pero nunca lo denunció. Cuando estaba llegando a casa, el la disparó con un revolver. Hoy sabemos que, además del bolso que le protegió del impacto de la segunda bala, la rápida ayuda de los vecinos fue fundamental para que saliera con vida.
Aunque la bala le dañó el bazo, el hígado y un pulmón, Carmen salió consciente de Torrox. Uno de los vecinos que atendió a Carmen tras sufrir la herida de bala ha confesado al medio de comunicación 'Málaga Hoy' la terrible escena.
Pablo, el vecino que auxilió en primer lugar a la mujer, ha confesado que fue su propia hija la que le advirtió que un hombre estaba intentando meter a una mujer contra su voluntad en un coche. Justo después, un disparó se escuchó en mitad de la calle por lo que Pablo no lo dudó y bajo corriendo para socorrer a la víctima.
Allí se encontró a Carmen malherida y al exmarido muerto tras haberse suicidado disparándose en la cabeza. "Le abrí un poco el vestido y entonces vi que tenía una herida de bala en el pecho izquierdo", relata el vecino al medio de comunicación malagueño. Mientras luchaba por su vida, Carmen pidió a los vecinos que le ayudaban que llamasen a sus hijos y, a su vez, aseguraba que su exmarido había "venido desde Sevilla solo para matarme".
Dicho y hecho, Pablo llamó a la hija de la víctima pidiéndole que se acercase lo más rápido posible ya que a su madre le había pasado "algo".
Para evitar que le diera el sol la taparon con una sombrilla y le acomodaron la cabeza con una toalla. Otro de los vecinos que ayudaron a la mujer, Paco Atencia, ha explicado a EFE que los residentes de la zona que vieron la agresión intentaron a gritos que la dejara pero el hombre le disparó sin atenderlos. Al bajar del domicilio Atencia le pegó una patada a la pistola para evitar que pudiera cogerla.
La ayuda de los vecinos fue clave para salvar la vida de la mujer tiroteada este martes por su exmarido, un exmilitar de 69 años, en la localidad malagueña de Torrox, ya que le taponaron la herida hasta que llegaron los sanitarios, la intentaron mantener despierta y evitaron que le diera el sol con una sombrilla.
La corporación municipal de Torrox se ha concentrado en repulsa por este caso y su regidor, Oscar Medina, ha agradecido la actuación de los vecinos, de los servicios sanitarios y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. "Los vecinos intentaron, desde el primer momento, ayudar a la víctima", ha resaltado Medina, incluso, "uno de ellos le tapó la herida hasta que llegaron los servicios sanitarios".
La delegada de Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro, también ha agradecido la colaboración ciudadana y ha señalado que hay motivos de esperanza porque es uno de los pocos casos que una víctima de violencia machista ha podido salvarse de un intento de asesinato. Navarro ha incidido en la "repulsa, rechazo y condena a la violencia machista, que una vez más ha azotado a nuestra provincia".