La llegada del verano y el calor es para muchos sinónimo de vacaciones, momento en el que uno desconecta de la rutina diaria. También es la época del año en el que aumentan los desplazamientos por carretera. En estos, uno se suele relajar más de lo habitual y se pone al volante sin camiseta, en chanclas o sin colocarse el cinturón de seguridad, motivos que dan lugar a una buena cantidad de multas por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Unas infracciones que, en el caso de las consideradas como muy graves, no cuentan con el descuento del 50% por pronto pago. Por otra parte, la Guardia Civil ha aclarado a través de redes sociales una de las dudas más comunes a la hora de coger el coche en verano. ¿Se puede conducir con chanclas?
Vaya por delante indicar que, al contrario de lo que piensan gran parte de los ciudadanos, conducir utilizando chanclas o unas sandalias, no está prohibido como tal en la legislación. Tampoco lo está incluso ponerse al volante si vamos descalzos.
Sin embargo, ante el peligro que dicha situación supone, un agente podría sancionarnos aplicando el artículo 18 del Reglamento General de Circulación.
El citado artículo dice textualmente que "el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía".
Además, el reglamento detalla que "a estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos".
Por lo tanto, todo depende de la decisión del agente. Si llega a la conclusión de que las chanclas pueden suponer un riesgo en la conducción, podrá ponernos una multa de 80 euros.
Dicha sanción económica puede alcanzar los 200 euros si la infracción es por "conducir sin la diligencia, precaución y no distracción necesaria para evitar todo daño propio o ajeno". O, lo que es lo mismo, por conducción temeraria.