Casi dos años después de la desaparición de Antonio David, el menor que padecía una grave discapacidad y cuyo rastro se perdió el pasado 12 de septiembre de 2021, todo lo que rodea al caso son incógnitas. Lo que se ha podido conocer hasta el momento es que Macarena Díaz, la madre del menor desaparecido, aseguró haber dejado los restos de su hijo de 15 años en un contenedor de basura de un barrio de Madrid. Desde entonces, los investigadores intentan dar con cualquier pista que pueda dar con el paradero de dicho cadáver.
El medio de comunicación 'El Periódico de España' ha tenido acceso al sumario del caso y ha descubierto que Macarena Díaz, madre del adolescente desaparecido y enferma de un trastorno bipolar, dejó de medicarse a ella misma y de medicar a su hijo siguiendo los consejos que leyó en un libro de un "obispo conocido por sus posiciones más ultras".
También se ha podido conocer gracias a un informe de julio de 2022 de la Sección de Análisis de Conducta de la Unidad de Inteligencia Criminal de la Policía Nacional plantea la "hipótesis" de que el menor muriese en Morón, que su madre lo llevase consigo bajo la creencia de que iba "a resucitar" y que ocultase el cadáver por "miedo a las consecuencias penales".
En dicho informe, las dos especialistas autoras del mismo exponen, en su capítulo de hipótesis, que el testimonio de la madre del menor desaparecido, --que tras manifestar que ella misma había matado supuestamente al chico y después se habría deshecho del cadáver, posteriormente habría alegado que el menor "murió" y que por eso se desprendió del cuerpo, pesando su ingreso en un psiquiátrico a cuenta de su estado mental; --presenta "características de credibilidad bastantes" para deducir los siguientes "aspectos".
Según consideran entre tales aspectos, la madre, que se encuentra actualmente en libertad provisional por orden del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Morón, se habría retirado a sí misma su propia medicación, lo que habría derivado en el "inicio de la sintomatología delirante" atribuida a esta persona.
Otro de los aspectos deducidos del análisis de su testimonio es que el estado de salud de su hijo habría "empeorado" durante la semana del 6 al 12 de septiembre de 2021, extremo respecto al cual la mujer "tiene la certeza de que fallece en su domicilio durante esos días", pero con la "creencia" de que iba a "resucitar sano", motivo por el cual "huye del domicilio, no avisa de su fallecimiento, le lleva comida y ropa y tira los medicamentos"
Ya en el hotel de Talavera de la Reina (Toledo) donde recaló, según este informe, la madre del menor desaparecido habría "tomado conciencia de que su hijo no iba a resucitar" y de que sus conductas podían ser "constitutivas de delito"; ante lo cual el "miedo a las consecuencias penales" le habrían llevado a "deshacerse del cadáver", sin que sea posible "determinar" si ella "redujo la medicación de su hijo o la retiró totalmente".
"La descripción de los lugares en los que abandona el cadáver de su hijo, la silla y los reposabrazos, reúne las características de la recuperación de un recuerdo y no de un relato inventado", figura en el informe.
El asunto gira en torno a un matrimonio de Morón con dos hijos a su cargo, una joven de 18 años y un adolescente de entonces 13 años que padece una discapacidad física, toda vez que los miembros del matrimonio se habrían separado, contando la mujer al comienzo de la separación con la custodia de los dos hijos.
En ese contexto, en septiembre de 2021 agentes de la Guardia Civil localizaban a la mujer en una carretera de la provincia de Segovia, donde habría detenido su coche, "desorientada" y manifestando declaraciones "inconexas" a los funcionarios. La mujer habría relatado a los agentes que llevaba consigo a su hijo de entonces 13 años de edad y que le habría matado, deshaciéndose después del cuerpo según su testimonio.
A cuenta del estado de la mujer, que presentaría alteraciones mentales, la misma fue trasladada al centro psiquiátrico del hospital de Segovia para recibir asistencia especializada, contactando la Guardia Civil con el padre del menor y expareja de la mujer, para interesarse por el paradero del chico.
Desde Morón, el padre y la hermana del muchacho habrían manifestado a los agentes que pensaban que el chico estaba con su madre, siendo informados del testimonio de esta mujer. Ante el relato de la mujer respecto a que habría matado a su hijo y se habría desprendido del cadáver, el padre de este acudió a la Comisaría de la Policía Nacional de Morón para formular una denuncia por la desaparición del chico.
Fruto de ello, los agentes de la Policía Nacional de Morón visitaron la vivienda de la mujer, averiguando que la misma se habría deshecho de enseres y se habría marchado llevando al chico con ella. A partir de ahí, y según las pesquisas de los agentes, habrían pasado aquella noche en un hotel de Talavera de la Reina (Toledo), donde ambos fueron vistos y desde donde habrían proseguido su viaje, siendo después la mujer localizada ya sola por la Guardia Civil en la situación ya descrita.
En cualquier caso, la Policía Nacional mantiene una investigación para localizar al menor y esclarecer la veracidad o no del testimonio inicial de su madre, que después habría asegurado que no mató como tal al chico, sino que el mismo "murió" y después se deshizo del cadáver; siendo localizado en un contenedor de Morón "relativamente cerca del domicilio de la madre" el teléfono móvil de esta persona con la pantalla fracturada.