La LGTBIfobia ha aumentado en los últimos años en España, a pesar de que películas y series llevan años normalizando la existencia de la amplia diversidad sexual: desde el sugerido romance de Batman y Robin hasta Luca y la astronauta lesbiana de Buzz Lightyear, que tanto escándalo provocó en los sectores más conservadores han pasado años de lucha para el colectivo. La discriminación, la intolerancia, la agresión sea física o verbal, sin embargo sigue creciendo en una ola de odio impulsada por los discursos de los partidos de ultraderecha.
La visibilidad LGTBI alcanza en España el 53%, lo que sitúa a nuestro país a la cabeza de Europa. En las pantallas la presencia de personajes del colectivo LGBTIQ+ ha crecido con personajes que revelan la florida representación de identidades diversas. En 2021 aparecieron 35 frente a los 11 del año precedente, según datos del Observatorio de la Diversidad en Medios Audiovisuales .
Y pese a todo los insultos, el bullying, el acoso constante en las redes sociales al diferente ha ido en aumento. Donde "antes había rechazo a un comentario denigrante, que estaba muy mal visto", ahora no es así, porque estas agresiones" a las personas LGTBI "las hemos normalizado, en el discurso repetido una y otra vez de la ultraderecha", asegura Laura González, que vive el día a día de los delitos de Odio contra la comunidad que representa la FELGTB.
"Son los discursos de odio", explica Laura González, vocal de Delitos de Odio de la Federación Estatal de lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales (FELGTB). "Llevamos años normalizándolos, escuchándolos a nivel público, discursos contra los derechos humanos y después, también las agresiones, señala la activista que recuerda que 2022 fue el año más violento contra las personas LGTBI+ en la última década.
Los datos de Interior y de organizaciones que defienden los derechos del colectivo arcoiris revelan este in crescendo de la intolerancia, que se manifiesta en la calle y en buena parte a través de las redes sociales. Casi el 30% de personas LGTBI de 18 años en adelante ha sufrido, en los últimos cinco años, acoso. Y el 27,5%, discriminación. Además, el 8,6% ha sido víctima de agresiones sexuales o físicas. ¿Pero de dónde nace este odio que ha vuelto a multiplicarse tras años de normalización?
El profesor de Derechos Humanos, Adam Dubin, de la Universidad Pontificia de Comillas, señala que "la homofobia siempre ha estado ahí y en los últimos años ha habido un discurso muy fuerte de la derecha, en España y en EEUU, que ha legitimizado una cierta masculinidad tóxica, que promueve cada vez más el concepto de proteger la familia tradicional, el hombre, la mujer y los hijos".
En EEUU y aquí en España, con Vox "hay una fortísima política contra el uso del género"; en el Estado de Florida, los republicanos han impuesto en escuelas e Institutos el 'No digas gay' y en nuestro país "hablamos del pin parental, que al final es para censurar y prevenir que los niños estén expuestos a temas LGTBI+ ".
Ha habido una expansión del discurso de odio contra el colectivo, que gana terreno, frente al de defensa. Lo demuestra el informe realizado por la consultora LLYC que analiza los últimos 4 años de la conversación global sobre la diversidad LGTBIQ+ en 10 países de América (Estados Unidos, Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Panamá y República Dominicana) y dos de Europa (España y Portugal). Los datos revelan que en 2022, los mensajes que cargan contra lesbianas, gais, trans, intersexuales o bisexuales son el 46,5 %, frente a un 53,3 % de discursos de apoyo al colectivo. El apoyo ha caído un 16% dando paso a la ofensiva de intolerancia.
Y todo estos aires reaccionarios han sido impulsados por el populismo que los usa a su favor en un contexto social, donde las mayorías se enfrentan a conceptos nuevos que muchas veces ni siquiera pueden entender bien, como por ejemplo "el reconocimiento de género" o temas como "si los niños trans pueden usar este o aquel baño, si pueden entrar en un equipo deportivo"; todas estas cuestiones "que tampoco está pasando mucho, pero que los políticos lo están moviendo para crear una división dentro de la sociedad, explica el profesor de Derechos Humanos. "Entre que los políticos usan estos mensajes y la propia sociedad que no sabe cómo enfrentar estas cuestiones se crea un ambiente donde el odio aumenta."
"Estamos ante una involución en derechos y -alerta la activista de la FELGTB- y no solo del colectivo LGTBI+, sino "de otros colectivos vulnerables, como los inmigrantes, las personas que viven en la calle, las que tienen alguna discapacidad". El profesor Dubin coincide en que los Derechos Humanos están "en un momento crítico".
"Muchos derechos están bajo este ataque, la libertad y muchos derechos conectados con la Democracia están amenazados. Estamos en un momento muy crítico para los Derechos Humanos", señala el especialista que apunta a los "derechos de la mujer al aborto. Ya en EEUU le han dado la vuelta y en España, el populismo de Vox quiere volver a la ley del 86 que restringe los derechos reproductivos", pero también en Hungría con ataques a los medios de comunicación".
Estos derechos, los de la mujer y los de la comunidad LGTBI "van mano a mano contra lo que propone el populismo. La llamada "masculinidad tóxica", que quiere controlar el cuerpo de la mujer... Y esta es la gran ironía, de gente como Vox o Trump que hablan de la libertad, pero..¿libertad para quién?, se pregunta el especialista: "libertad para el hombre, blanco, católico y no para las mujeres, las personas trans, gay o lesbianas".
"El escenario es bastante complicado, porque no solo es en España, en Italia ya se ve lo que están haciendo" los tribunales al declarar ilegítimo las inscripciones de nacimientos de niños con dos madres. "Tenemos que trabajar muy duro, porque el odio es un peligro para toda la sociedad", advierte Laura González de FELGTB.