Sara El Khattabi, mejor nota de Selectividad de Ceuta: “El ser hija de padres de distintas confesiones me ha hecho ver más allá"

  • De padre marroquí y madre granadina, la joven se crio en Tetuán (Marruecos) hasta comenzar la ESO

  • Sara ha hecho la secundaria en un instituto público de Ceuta, el Siete Colinas, donde hay todo tipo de alumnado

  • Su idea es estudiar Ingeniería informática en la Universidad Carlos III de Madrid

Con un 13,925 en la nota final de acceso a la Universidad, Sara El Khattabi (17 años, Granada) ha sacado la mejor calificación de la Selectividad de Ceuta. De padre español de origen marroquí y madre granadina -ambos profesores de secundaria de Física y Química-, Sara se crio en Tetuán (Marruecos) hasta comenzar la ESO, cuando la familia se trasladó a Ceuta. “Sinceramente, no me esperaba sacar la mejor nota de Ceuta”, admite. “Otros amigos y compañeros también tenían potencial para hacerlo. Ha sido una sorpresa”. Ella, confiesa, ha hincado codos. “Mentiría si dijese que no he estudiado. Admiro a quién lo haya pasado con tranquilidad. Sabía que era un punto de inflexión, decisivo, en mi vida”.

Sara ha hecho la secundaria en un instituto público de Ceuta, el Siete Colinas, donde hay todo tipo de alumnado. “Estoy más que agradecida al centro donde he estudiado, con los profesores, con los compañeros, con todo el mundo…”, reconoce. “Yo valoro más positivamente el ambiente de un centro público precisamente porque ves un poco de todo. Mi instituto es muy grande, con más de 1.000 alumnos y hay de todo, alumnos más o menos interesados en estudiar, pero al final depende de las ganas que uno tenga y de quién te quieras rodear”, señala.

Después de estudiar Bachillerato de Ciencias, modalidad Tecnológica, Sara quiere estudiar Ingeniería informáticas en la Universidad Carlos III de Madrid. “Es el grado que más se adapta a lo que me gusta y a cómo quiero plantearme los próximos años”. Porque Sara no quiere que los estudios le quiten todo su tiempo, quiere hacer más cosas. “No estoy dispuesta a sacrificarme solo a los estudios, quiero ser más versátil, llevar a cabo mis propios proyectos y para eso necesito tiempo”.

Habla cuatro idiomas

La joven domina cuatro idiomas: el español, el árabe en dialecto marroquí (dáriya), el inglés y el francés. “Con mis padres hablo casi siempre en español, pero a veces, por alguna circunstancia, me salen expresiones en dáriya”, asegura. Los recuerdos de su vida anterior en Marruecos están siempre presentes. “Le tengo mucho cariño, el ambiente siempre ha sido muy familiar, y el colegio español al que iba estaba muy bien. Gracias a él viví un ambiente internacional y pude conocer gente muy interesante”.

Todavía no tiene ningún plan establecido de futuro. Su idea es seguir “conociendo mundo” e ir “sobre la marcha”. “El ser hija de padres de distintas confesiones, musulmán y católica, me ha hecho ver más allá de una única religión. Ni siquiera me planteo lo que soy. No me encasillo en nada. Si algo han sido mis padres, es ejemplo de que las personas son más que etiquetas. Su visión del mundo es igual, con los mismos valores. En mi casa puede haber una foto de la Virgen de los Milagros y al lado un versículo del Corán y nunca ha habido ningún problema”.