La madre de Marta Pérez: "Necesitamos una prórroga de 18 meses, no ir de dos en dos"

Los padres de Marta Pérez, la joven de Ibi en coma desde el pasado mes de septiembre por un batido de proteínas que le provocó una reacción alérgica, 'celebraron' este lunes la prórroga de dos meses que les ha concedido la Sanidad Valenciana para que su hija continúe siendo tratada en el centro privado de Valencia en el que está ingresada, sin tener que regresar a su centro médico de referencia, el Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy, donde denucian que no recibieron buen trato.

A pesar de esta batalla ganada, los padres de Marta aseguran a Informativos Telecinco estar "muy decepcionados" y sentirse "ofendidos y maltratados" por el sistema sanitario, ya que "es una situación lamentable tener que estar mendigando por la salud de su ser querido y ver cómo esperan al último momento para decidir". Subrayan que lo que necesitan más que nada ahora es "al menos 18 meses de prórroga" -cada mes supone un coste de alrededor de 10.000 euros-, un aspirador de secreciones para su casa y "una bomba de medicación" que se ha solicitado desde hace muchos meses desde el Hospital Vithas Valencia Consuelo, donde Marta sigue progresando y dando pequeños, pero grandes, pasos.

El caso de Marta Pérez sigue enrevesado, según su familia

María Verdejo, la madre de Marta, asegura que su caso sigue siendo más que enrevesado. El viernes, tres días antes del 19 de junio, fecha en la que su hija tendría que abandonar el centro privado, algunos de los médicos, encariñados con la joven de 19 años, se despidieron de los padres, creyendo que tendría que regresar a Alcoy pasado el fin de semana. Para colmo, apunta la progenitora, la familia no recibió ningún tipo de notificación de la Consejería de Sanidad de que su hija seguiría en el centro privado. Fue la gerente del Hospital Vithas Valencia Consuelo quien le dijo el lunes a Juan, el padre de la joven, que les habían concedido dos meses más.

Ahora afrontan la próxima fecha, el 19 de agosto, en pleno verano. La madre de Marta, toda una madre coraje, insiste en que "en el tema neurológico no se puede hablar a corto plazo, de todos es sabido que es un proceso lento". "¿Por qué tenemos que estar nosotros de dos meses en dos meses cuando tiene que ser mínimo año y medio o dos? Esto no lo digo yo, hay una tabla y está marcado por protocolo", señala María con indignación. La familia afirma que el director y el gerente del Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy van a abandonar sus cargos, por lo que esperan que, junto al cambio de gobierno en la comunidad, se sienten con ellos y atiendan las necesidades de la joven de Ibi. Ellos lo van a solicitar.

Todo perfecto en Valencia: "Si hay que puntuar del 1 al 10, les doy un 11"

Los padres de Marta, con quien no tienen ningún problema, es con los médicos que tratan a su hija ahora mismo en el Hospital Vithas Valencia Consuelo. "Si hay que puntuar del 1 al 10, les doy un 11", cuenta María, que asegura que desde que su hija llegó en ambulancia (después de presentar reclamaciones en Alcoy, donde estuvo ingresada tres meses), se preocuparon por su salud. "Hicieron y siguen haciendo bien su trabajo", sentencia la madre.

En la última reunión que han mantenido con los expertos en neurorrehabilitación, les han comentado cuántas sesiones le quedan a Marta de los tres tipos de terapia a los que le estaban sometiendo. Todas ellas con electroestimulación. Además, le incorporarían nuevas pruebas próximamente. María afirma que los médicos de la capital valenciana no entienden su situación: "Para ellos es muy surrealista que no nos den una prórroga contundente, se ponen las manos a la cabeza. Tampoco entienden que no tenga la bomba de medicación puesta. Y ellos no pueden ponerla porque la cobrarían. Necesitan la autorización de Alcoy para realizar la intervención y llevan meses esperando. Además, pidieron presupuesto y tampoco les contestaron".

El tratamiento neurorrehabilitador es fundamental para la recuperación de Marta

Marta puede regresar los fines de semana a casa (no hay neurorrehabilitación), donde recibe la estimulación de su familia, sus amigos y sus perros, pero este que viene no lo hará por estar "con un antibiótico". Los padres siguen en todo momento la recomendación de los médicos. La joven estos días ha podido disfrutar de la piscina: "La ves la cara y la ves a ella. Ha cogido 10 kilos y tiene gestos que son muy grandes. Mueve la lengua, le dices que gire los ojos a un lado y los gira y le dices que huela algo y le ves el gesto de oler".

Según le han dicho los expertos a María, la joven de Ibi podría recibir el alta hospitalaria, pero lo que no puede dejar es el tratamiento neurorrehabilitador que sigue en Valencia. Por eso necesita seguir allí, porque, de no continuar, se frenaría por completo su recuperación (al no contar Alcoy con un tratamiento similar). Junto a la joven de Ibi está en todo momento su padre, Juan, que lleva alrededor de ocho meses durmiendo en el sofá de un hospital. Dejó el trabajo para no despegarse de su hija. En las sesiones de rehabilitación no puede estar, por lo que aprovecha para hacerse la comida, para hacer la compra y para ducharse. Y antes de que Marta acabe, él ya está en la puerta esperándola.

La posible negligencia médica que consideran los padres de Marta Pérez

Juan y María tienen "fe ciega" en la recuperación de su hija, pero no olvidan los tres meses de "horror" que su hija vivió en Alcoy, antes de que la trasladaran a Valencia después de presentar numerosas reclamaciones. Como han recordado muchas veces, sacaron de la UCI a Marta cuando una doctora no lo recomendaba y le dijeron en un momento dado que su vida "corría riesgo". Y lo que más les duele: consideran que en el centro de salud de Ibi que atendió a la joven inicialmente se cometió "una negligencia médica muy clara".

"Mi hija fue manifestando que había tomado un batido que le había dado alergia y que podía tener un shock anafiláctico. Y la enviaron a casa, cuando no lo tenían que haber hecho. Marta dijo 'no estoy bien' y no la atendieron. Mi hija me lo dijo nada más llegar a casa y fuimos de nuevo. Yo llamé diciendo que iba. Si cuando mi hija fue el 22 de septiembre le hubieran puesto la vía y su adrenalina, además de dejarla en observación, esto no hubiera pasado, no estaríamos hablando de esto", recalca María, que dice que si los médicos no sabían atenderla tenían que haberla derivado desde un primer momento.

La madre de Marta Pérez no descarta algún día denunciar y recurrir incluso al TC

La familia no descarta sentarse en algún momento y analizar quiénes pueden ser los posibles responsables en su caso. Sin embargo, ahora María solo piensa en conseguir esa prórroga de 18 meses para su hija. Ella sigue trabajando y tiene que cuidar de su otro hijo pequeño. El poco tiempo que tiene se lo dedica a él y a las redes sociales para seguir dando pasos en su lucha.

Sabe que tiene tiempo de denunciar y asegura que incluso podría acudir algún día al Tribunal Constitucional si es necesario: "Sé que tengo un año de plazo para presentar un recurso y muchas pruebas recopiladas. Puede que un día me levante y arremeta contra todo lo que considere. Ahora mismo priorizo seguir luchando por Marta y mi familia".