Los ayuntamientos de zonas cercanas al mar se preparan. En Elche, Roquetas de Mar, Murcia o Valencia ya han puesto en marcha planes de choque y se está fumigando para evitar lo inevitable, que nazcan más mosquitos.
Las últimas lluvias y el calor que viene ha sido el detonante, se teme que sea el perfecto caldo de cultivo para que proliferen este verano.
Pero las administraciones son conscientes de que para evitar que se propaguen es necesario contar también con la colaboración ciudadana. Así en Murcia se está pidiendo a la población que "eviten los encharcamientos en el jardín, renueven el agua de los platos de las macetas y que vacíen frecuentemente los bebederos de animales domésticos". Porque para evitar que haya mosquitos hay que tener en cuenta muchos factores.
"Hay que situar el marco donde nos encontramos: los mosquitos necesitan agua para reproducirse, o sea que sí es verdad que cuanta más agua más mosquitos podemos tener. Si llueve habrá más mosquitos en la naturaleza y en las casas claro, pero para saber cuántos mosquitos habrá tendríamos que conocer cuánta agua hay", explica Roger Eritja, codirector del Servei de Control de Mosquits del Baix Llobregat y miembro del equipo de Mosquito Alert.
Y no solo importa la cantidad de agua, también hay que tener en cuenta donde se almacena, para saber el tipo de mosquito que tendrá: "En España tenemos 62 especies de mosquitos y todos ellos utilizan aguas de diferentes orígen y diferentes lugares. De manera que si se inunda un humedal mediterráneo tendremos mosquitos diferentes que si se inunda un cubo en nuestro jardín. Además hay que tener en cuenta que la disponibilidad de agua depende de la lluvia en ámbitos más naturales, o de las personas para esos mosquitos que viven en nuestras casas o entorno. De todo esto lo que se deduce es que la relación del agua con los mosquitos es que tengan disponible", aclara el experto.
Los mosquitos necesitan tener cerca agua para poner sus huevos. La hembra de mosquito tigre, por ejemplo, busca pequeñas cantidades de agua, preferiblemente a la sombra. Por eso podemos prever zonas donde crecerá: "tazones, tazas, fuentes, cubos, barriles o cualquier recipiente que pueda contener agua, en casa o en nuestro entorno más cercano, se puede convertir en una “incubadora” perfecta
"Podemos prever zonas donde es posible que haya proliferación, como en los cementerios, donde hay mucho mosquito tigre porque los jarrones de las flores suelen tener agua, o bien de las lluvias o bien porque las personas los llenan", aclara Eritja.
Si tenemos en cuenta que el binomio mosquito agua es fundamental para su supervivencia, y que por tanto, sin agua no hay mosquitos, una de las medidas de prevención más eficaces es evitar tener agua acumulada en nuestras propiedades no entorno. Aunque sea pequeñas cantidades.
Porque recordemos que las hembras solo necesitan una pequeña porción de agua para depositar sus huevos, que son ellas las que pican, y que lo hacen porque necesitan las proteínas de la sangre para el desarrollo de sus huevos.
Lo primero es desechar el agua estancada donde puedan reproducirse. Al menos en el ámbito doméstico donde sí podemos tener un cierto control.
Lo mejor es revisar cubetas, botellas, macetas vacías y otros recipientes susceptibles de acumular agua. Cambiar los bebederos de las mascotas al menos una vez al día, ser prudentes al regar el césped y el jardín para que no se creen charcos, mantener los desagües y acequias limpias...
La mayoría de los mosquitos se alejan poco del lugar donde han nacido. Y ese es otro punto a tener en cuenta, el tipo de mosquito. Los mosquitos adultos voladores frecuentemente descansan en el césped, los arbustos o algún otro tipo de follaje. Los mosquitos Aedes albopictus (mosquito tigre) viven dentro y fuera de los hogares y en otras áreas cercanas a la actividad humana.
En el mundo se calcula que hay alrededor de 3.500 especies, aunque de momento en España solo se tiene constancia de unas 62. La mayoría de estos pican y se estima que más de la mitad de la población humana está expuesta al riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los mosquitos
El más común es el Culex pipiens, un mosquito ligado a la contaminación orgánica, especialmente en alcantarillado y cloacas con agua negra estancada, informan desde Mosquito Alert. Una especie de "oportunismo máximo, que puede aprovechar todo tipo de lugares que acumulen agua, tanto limpia como, preferentemente, contaminada". Suele picar de noche ya que se orienta bien en la oscuridad, porque localiza a sus huéspedes mediante la vista sino gracias a su respiración y al sudor.
Otro de los más conocidos o del que más se habla últimamente es el tigre. Un mosquito negro y pequeño, de entre 6-9 mm de longitud al que se le puede reconocer por tener una sola línea blanca de color blanco en la parte posterior de la cabeza y el tórax. A diferencia de otros mosquitos, "puede picar varias veces para una única comida. Su actividad se concentra durante la salida del sol y por la tarde hasta el crepúsculo", según Mosquito Alert.
“Aparte de las molestias que causa como insecto, fuertemente antropófilo y agresivo, esta especie invasora es un importante vector epidémico del virus de chikungunya, dengue y Zika", comenta un informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Actualmente, está establecida en Cataluña, Levante, la zona costera de Murcia y Andalucía, además de estar en expansión hacia zonas más al Oeste. Eso sí, para que transmita esas enfermedades, "tiene que picar antes a una persona que esté infectado", recuerda Roger Eritja.
De acuerdo con el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) en un informe del 2017, sus hábitats generalmente se encuentran en aguas estancadas o con poca corriente y en terrenos que se inundan periódicamente por lluvias o crecidas de los ríos, lugares que presentan las condiciones óptimas para la cría.
La otra especie a destacar es el Aedes aegypty o mosquito de la fiebre amarilla. Su actividad es principalmente diurna y crepuscular. Es una especie mucho más urbana que el resto que se ha adaptado muy bien a los ambientes humanizados. Las picaduras se concentran en las horas de actividad del mosquito, durante el día y a la caída del sol.