Un niño pierde la vista de un ojo en un colegio de Galicia: un compañero lanzó una escuadra que se le clavó

  • Un niño de un colegio de Galicia ha perdido la vista de un ojo tras recibir el impacto de una escuadra

  • Uno de sus compañeros estaba jugando a lanzarse escuadras con otro y el objeto impactó en el menor

  • Los padres del menor han denunciado al centro porque no había un profesor en el aula

Tomás, un niño de un colegio de Oleiros, Galicia, ha perdido la vista de su ojo izquierdo después de recibir el impacto de una escuadra que uno de sus compañeros lanzó. Ahora, los padres del menor reclaman responsabilidades en lo que consideran un acto que pudo haberse evitado.

Los hechos ocurrieron el pasado mes de noviembre, cuando los alumnos se quedaron en el recreo en clase por causa de la lluvia. Los profesores se repartieron por diferentes partes del colegio para ir vigilando varias aulas a la vez. El menor se encontraba mirando cómo dos compañeros jugaban a lanzarse entre sí escuadras y cartabones, a unos seis metros de distancia de ellos. Según narra el niño, la escuadra llegó volando y le impactó directamente en el ojo.

La escuadra atravesó el ojo de Tomás, destruyendo su córnea, pupila y cristalino

La escuadra atravesó el ojo de Tomás, que comenzó a sangrar de manera abundante. Los gritos de sus compañeros alertaron a una profesora, que acudió a la clase. El menor tuvo que ser operado de inmediato.

Los médicos confirmaron el peor diagnóstico: la escuadra había destruido la córnea, la pupila y el cristalino, y Tomás no recuperaría la vista. El menor tuvo que ser operado hasta en tres ocasiones con el único objetivo de no quedarse sin globo ocular. Los padres denuncian que este suceso les ha cambiado por completo la vida, ya que tienen que atender a su hijo las 24 horas del día.

Los padres denuncian que desde el colegio siempre han intentado minimizar lo ocurrido y dejar todo como un accidente. Tras lo ocurrido los progenitores han mantenido decenas de llamadas y reuniones con la inspectora de Educación, y finalmente optaron por denunciar al centro ante la consellería.

La petición de responsabilidades para los tres profesores que se encontraban vigilando los pasillos fue rechazada por la delegación de Educación al ampararse en que el centro cumplía con el ratio de profesores necesarios. A pesar de ello, "se ha dado instrucciones explícitas al centro para que ponga en marcha, de forma inmediata, todas las medidas pertinentes que garanticen el 100% de seguimiento de los alumnos cuando, por causas meteorológicas, tengan que permanecer en el aula durante los descansos".

Los padres quieren que el caso de Tomás sirva para que no vuelva a ocurrir algo así. Además, no descartan ir por la vía judicial para exigir responsabilidades por lo ocurrido, según recoge La Voz de Galicia.