¿Qué problemas para la salud puede generar cocinar en parrillas y barbacoas?
Abusar de este tipo de cocina no es recomendable para la salud a largo plazo
El principal peligro se encuentra en la aparición de los HPAs, sustancias cancerígenas para el ser humano
Un estudio advierte de los peligros de consumir carne roja "chamuscada"
Preparar una barbacoa al aire libre o cocinar en parrillas es uno de esos placeres que se pueden disfrutar en los meses de primavera y, sobre todo, en los de verano. Sin duda, se trata de una actividad gastronómica que suele juntar a un grupo de personas en una jornada festiva.
Sin embargo, también hay quienes hacen de la barbacoa o de la cocina a la parrilla un estilo de vida, de manera que tienden a cocinar los alimentos que consumen mediante estas técnicas. Este hábito puede entrañar un riesgo para la salud.
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¿Por qué es peligroso?
Cuando hablamos de riesgos para la salud no nos estamos refiriendo al tipo de alimentos que se consumen. No cabe duda de que lo más habitual es usar la barbacoa para hacer carne a la brasa acompañada de otros embutidos. Si nos habituamos a esta dieta, lo más probable es que la salud se resienta. No obstante, a la parrilla se pueden cocinar todo tipo de alimentos, con lo que se podría seguir una dieta equilibrada.
Entonces ¿por qué es peligroso abusar de esta preparación? La razón la hemos de buscar en la propia preparación, ya que esta técnica de cocción provoca la aparición de los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs).
¿Qué son los HAPs?
Antes de explicar qué son los HPAs y apuntar los riesgos de cocinar en parrillas y barbacoas hay que dejar claro que no es una práctica peligrosa si no se lleva a cabo habitualmente. Comer alimentos cocinados en parrillas y barbacoas eventualmente es incluso saludable, ya que de ellos se desprenden grasas y no se requiere el uso de aceites propios del proceso de fritura.
En cuanto a los HAPs, según la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), “son un grupo de más de 100 sustancias químicas diferentes que se forman principalmente durante la combustión incompleta de materia orgánica como el carbón, petróleo, gasolina y basuras, así como otras sustancias orgánicas (tabaco, carne preparada en la parrilla, etc.)”.
Esta agencia también apunta que “existen estudios que confirman que algunos HAPs pueden causar cáncer en animales de experimentación o incluso en humanos, como el benzopireno, que ha sido clasificado por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) como agente carcinógeno para los humanos (Grupo 1)”. Y a esto hay que añadir que “los alimentos ricos en grasas y proteínas preparados a la parrilla (barbacoas) también contribuyen a esta exposición”.
Recomendaciones para hacer barbacoas al aire libre
A pesar de estos riesgos, hay que insistir en que solo un uso muy habitual provocaría problemas de salud a largo plazo. Por lo tanto, preparar barbacoas no es peligroso. Eso sí, la AESAN aprovecha para realizar algunas recomendaciones cuando se llevan a cabo.
- Es necesario conservar la cadena de frío (utilizando neveras, evitando la luz solar…).
- Hay que utilizar los recipientes adecuados para cada tipo de alimento y no mezclarlos, especialmente si los hay cocinados y crudos.
- Mantener una buena higiene en todo momento (la fruta y la verdura deben ir lavadas).
- Si se utiliza madera, que sea resinosa, sin restos de barnices ni pinturas.
- No quemar demasiado la carne, ya que es cuando aparecen más sustancias cancerígenas.
- Evitar en todo momento la contaminación cruzada.
La última recomendación, qué duda cabe, será disfrutar de la jornada y de los alimentos que se vayan a ingerir.