Los acusados de asesinar a Mohammad Alí, el joven desaparecido en Ceuta, querían quemar su cadáver
La acusación asegura que el crimen de Mohammad Alí fue premeditado y apuntan que los detenidos querían quemar el cadáver del joven
Mohammad Alí fue asesinado tras recibir un golpe en la cabeza con un bate de béisbol por una discusión por un vídeo sexual
Los restos hallados en Ceuta son de Mohamed Alí, el joven asesinado y arrojado al monte: el cadáver presenta mordeduras
El juicio contra dos de los acusados por el asesinato de Mohammad Alí, en Ceuta, ha quedado visto para sentencia. Los procesados eran menores en el momento del crimen.
Se les acusa de golpear a su víctima con un bate en la cabeza y enterrar el cadáver. Ahora, se enfrentan hasta ocho años de internamiento vigilado. Ha sido una jornada muy dura para la familia de Mohammad.
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El asesinato de Mohammed Alí
La madre de Mohammad Alí ha tenido que enfrentarse cara a cara con los presuntos asesinos de su hijo y lo ha hecho con una entereza admirable. Su hijo estuvo desaparecido durante más de un año hasta que la Policía detuvo a tres jóvenes: dos de ellos eran menores de edad y hoy se sientan en el banquillo.
El crimen se produjo cuando la víctima se citó con ellos por unos vídeos que tenía y que comprometían a uno de los acusados. Tras una discusión, los acusados sacaron el bate de beisbol del coche y acabaron con la vida del joven. Después, enterraron el cuerpo en una zona boscosa y huyeron de la zona.
La Fiscalía pide ahora ocho años de internamiento en un centro de menores para el presunto autor material. Además, la Fiscalía pide también para otra de las detenidas siete años y medio de internamiento. Aún falta juzgar a un tercer acusado que, al ser mayor de edad, se llevará a cabo en un juicio ordinario.
Sin embargo, la madre de Mohammad Alí pide justifica por la muerte de su hijo. La acusación asegura que el crimen fue premeditado y apuntan que los detenidos llevaban el arma homicida en el coche y tenían hasta planeado cómo deshacerse del cadáver: querían quemarlo aunque, finalmente, lo ocultaron durante más de un año en la zona en la que abandonaron el cuerpo sin vida.