El derrumbe de un edificio ha dejado sin hogar a unas veinte familias en Teruel que han visto cómo sus recuerdos y objetos han quedado reducido a escombros. Los vecinos han mostrado su indignación con el ayuntamiento al que culpan de parte de responsabilidad por lo ocurrido. Ellos habían advertido de las filtraciones de agua, que podrían haber afectados la estructura del inmueble de cinco plantas.
Los vecinos de las fincas colindantes vuelven a sus casas solo durante unos pocos minutos; los bomberos han dado las recomendaciones de acceder de forma rápida y coger lo imprescindible. Tiene que esperar a que desescombren, para analizar las causas de que el edificio se derrumbara dejando solo cascotes y ruina.
Los expertos consultados por Informativos Telecinco apuntan al agua, la de las alcantarillas y la de la lluvia caída en los últimos días que pudieron debilitar los cimientos. Los vecinos llevaban avisando desde enero las filtraciones que tenían. "Cuando falla una estructura de hormigón armado en tres pilares el resto cae como un castillo de naipes". El Ayuntamiento pide esperar a los resultados de la investigación.
De los pisos de estas 45 personas no queda nada y despertar es levantarse con el desánimo de haber perdido las cosas que atesoraban de toda una vida: Con el ánimo también derruido, dice una de las personas afectadas por el desplome del inmueble. "No tenemos ya vida pasada, es doloroso", aseguran entre la indignación y la tristeza.
Un arquitecto, de los consultados, ha explicado que no se puede "esperar a los revisiones legales" cuando había señales que indicaban un problema que debía ser valorado. Al edificio no le tocaba aún la revisión técnica de los 50 años.
Las 21 familias, que se han quedado con lo puesto, plantean acciones legales contra el ayuntamiento. Sus protestas y recriminaciones se las han echado en cara a la alcaldesa y al concejal de infraestructuras este martes. Le dije: "¿si se cae la casa qué?"- le pregunta a la edil. Y ella respondió que cómo se va a caer, pues se ha caído", acusan a las autoridades.
Critican que llevaban semanas alertando de las filtraciones de agua que comenzaron tras unas obras de canalización en la calle y que al parecer fueron dañando los pilares maestros del edificio, construido en los años 60.
Una vecina asegura que las autoridades no investigaron y le restaron importancia a la alarma de los vecinos asegurando que solo eran aguas fecales. Por el momento, es el impulso de la rabia por algo que creen se podría haber evitado. Una posible falta de actuación y barajan acciones legales contra los que no quisieron escuchar la alerta que ha terminado por borrar los recuerdos de una vida.