El estado del futbolista Sergio Rico, en la UCI del hospital Virgen del Rocío de Sevilla tras la caída grave de un caballo durante El Rocío, sigue siendo delicada. Los primeros días tras el accidente están siendo cruciales, por lo que los médicos prefieren ser cautos sobre la recuperación del joven deportista.
Tal y como informaba el centro en su último parte médico, este martes no se emitiría ningún comunicado a menos que se produjesen cambios significativos en la evolución del portero del París Saint Germain, que continúa "estable dentro de la gravedad de sus lesiones", "sedado", "monitorizado" y "con vigilancia estrecha" por parte de los profesionales que le están tratando en la UCI.
Una recuperación que va más despacio de lo que muchos esperaban cuando los médicos decidieron retirarle completamente la sedación hace una semana -tres días después volvían a sedarlo al ver que no respondía como se creía- y sobre la que su mujer, Alba Silva, ha preferido ser cauta este martes al abandonar el hospital con unos familiares para tomar el aire: "Sigue todo un poco igual. No tengo muchas noticias" ha asegurado cabizbaja.
Momentos durísimos en los que la mujer de Sergio Rico confiesa que está "intentando ser fuerte y transmitirle toda la fuera posible a él" para que se recupere lo antes posible y trance quede en un grandísimo susto. Intentando conservar la tranquilidad, la influencer reconoce que son días "con altibajos todo el tiempo" y no queda otro remedio que intentar "estar preparada tanto para los buenos como para los malos". "Tengo mucha fe, mucha fe, y nos sentimos muy queridos y muy apoyados" ha añadido.