El Consejo de Gobierno ha aprobado en su reunión de este lunes, 12 de junio, el Plan de Emergencias ante el Riesgo de Maremotos en Andalucía, el primero que se elabora en territorio nacional y que incluye un estudio "sin precedentes y necesario" para que los municipios puedan elaborar su Plan de Actuación Local, y que dotará de "mayor seguridad" al litoral andaluz. Andalucía es la comunidad con "mayor número de kilómetros de costa" en España, "casi 1.000", y que cuenta con "500 playas en 62 municipios".
Andalucía presenta uno de los índices de peligrosidad por maremotos más elevados de España, si bien estos valores difieren "sustancialmente" en la costa atlántica y en la mediterránea, por lo que resulta "imprescindible" contar con un plan de estas características. La mayor parte de los tsunamis ocurre en el Océano Pacífico, en menor medida en el Océano Atlántico y en el Mar Mediterráneo y todavía en menor proporción en el Océano Índico.
En Andalucía pueden ocurrir dos tipos de tsunamis, según la zona en la que se produzcan: la vertiente atlántica andaluza (costa occidental) es la que presenta un índice más alto de peligrosidad, con alturas de inundación cercanas a los 12 metros en algunos puntos de la costa como en Cádiz y en la franja entre Conil de la Frontera y el Cabo de Trafalgar. Los tiempos de llegada oscilan entre los 45 y los 60 minutos. En la zona mediterránea (litoral oriental) también pueden ocurrir tsunamis pero de menor tamaño que los del Atlántico. Sin embargo, los tiempos de llegada son menores: entre los 10 y 30 minutos.
El tsunami no es perceptible en alta mar por las embarcaciones ni suele verse desde el aire. En el mar las masas de agua que se desplazan llegan a alcanzar grandes velocidades (unos 700 km/h) con olas muy pequeñas (de poca altura) porque la profundidad es grande. Sin embargo, al acercarse a la costa, la profundidad disminuye bruscamente; por eso aumenta la altura de la ola y disminuye su velocidad hasta unos 35 km/h. Estas olas grandes pueden provocar mucho daño. Cuanto más cerca esté el epicentro de la costa, menos tiempo tardará el tsunami en alcanzar la orilla y, por tanto, habrá un mayor peligro para la población ya que se dispone de menos tiempo para evacuar la zona.
Si estás en el litoral y sientes un terremoto tan fuerte como para agrietar muros es posible que en los minutos siguientes se produzca un tsunami, dice el estudio que da tres consejos para esos momentos de tensión.
El plan aprobado este lunes es innovador y, en él, los técnicos andaluces han elaborado mapas de peligrosidad por calado, arrastre de personas o tiempo de llegada, además de un mapa de vulnerabilidad edificatoria. En ese sentido, la cartografía que se ha hecho edificio por edificio de toda la costa andaluza desde Ayamonte (Huelva) hasta San Juan de Terreros (Almería), constituye la primera aplicación a gran escala que se hace a nivel nacional e internacional del índice de vulnerabilidad relativa de los edificios. Este trabajo ha sido desarrollado por el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA) con la colaboración del programa 'Copernicus' de la mano de Indra y la Universidad de Málaga.
El mismo estudio apunta que las provincias más afectadas por un maremoto serían Huelva y Cádiz, así como la zona costera definida entre el municipio onubense de Ayamonte y el gaditano de Tarifa, que comprende un total de 22 municipios; diez de ellos de la provincia de Huelva y doce de la provincia gaditana.
El documento señala ocho objetivos generales, entre los que se encuentran clasificar las áreas de costa de Andalucía en función de la peligrosidad de maremotos; concretar la estructura organizativa y funcional para la intervención en emergencias por tsunamis que tengan lugar dentro de la costa andaluza, y prever los mecanismos y procedimientos de coordinación con el Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos para garantizar su adecuada integración.
Andalucía cuenta con una herramienta de alerta masiva como es el sistema 'EsAlert', o '112 inverso', que permite enviar directamente a los teléfonos móviles de la población de una determinada zona no solo un mensaje de aviso de maremoto, sino también algunas de las medidas a adoptar para protegerse.