Este fin de semana un hombre ha matado a puñaladas a su mujer, en Cornellá de Llobregat, Barcelona. Lo ha hecho en presencia de su hija mayor. El hijo de dos años que tenía con él también estaba en la casa. Varios familiares que estaban en la vivienda intentaron que no la acuchillara. No había denuncias previas pero él era muy agresivo y violento, según ha contado un sobrino de la víctima.
En el momento del asesinato estaban en la casa en Cornellá de Llobregat la hija mayor de la víctima; el hijo pequeño, de dos años, que tenía en común con su verdugo; una hermana y unas sobrina de la fallecida.
Un sobrino de la mujer, que se fue de la casa poco antes del crimen junto con su madre, ha explicado que estuvieron todos juntos cenando en casa se su tía el sábado por la noche y que lo pasaron bien. Habían vuelto de un concierto y él se enfadó porque había salido.
Sus primas, narra el chico de 18 años, intentaron frenar al asesino y una de ellas tiene lesión en un hombro. “Agarró a mi tía por el pelo mientras con la otra mano la acuchillaba por la espalda”. Según fuentes de la investigación, la mujer tenía seis puñaladas.
Los servicios de emergencia intentaron reanimarla en el lugar de los hechos pero no pudieron hacer nada por ella.
El joven afirma que tuvieron miedo de que le hiciera algo al bebé. “Entró en su cuarto con el arma”, afirma que le ha contado su prima.
El agresor, que está a la espera de pasar a disposición judicial, le dijo a una de las hijas de su mujer que llamara a la Policía pero que no dijera que había sido él.
Los vecinos corroboran que las peleas entre la pareja eran constantes, aunque ella no lo había denunciado nunca.
El sobrino afirma que él “era muy posesivo con ella, que se enfadaba si hablaba con otros hombres” y que ella “dejó de vestir como quería”. Él tenía dos caras, ha asegurado el chico. Alguna vez vio “que le daba una bofetada en un bar” pero nunca creyeron que pudiera llegar a ese extremo.