El calentamiento imparable del Atlántico Norte se suma, en España, al del Mediterráneo: "No estamos preparados para lo que viene"

  • “Otro día, otro récord para el Atlántico Norte. Todo está sucediendo tan rápido que es difícil hacerse una idea de la enormidad de estas anomalías, y mucho menos de sus consecuencias”

  • Los científicos advierten de que "este año ya ha entrado en un territorio desconocido en muchos aspectos clave, y El Niño que se avecina solo empeorará las cosas"

  • A España le afecta el calentamiento inédito del Atlántico, y el del Mediterráneo: "Un Atlántico cálido y un Mediterráneo cálido son mares potencialmente muy inestables”

Hace tres semanas, les hablábamos del “anómalo” calentamiento del Atlántico Norte. Meteorólogos y climatólogos daban la voz de alarma, ante un fenómeno inédito. Entonces, a mediados de mayo, la anomalía de temperatura de la superficie del mar en esa zona estaba casi 1 grado por encima de lo normal. Sólo tres semanas después, volvemos a hablar de ello. ¿Por qué? Porque esa línea roja ha seguido ascendiendo y ahora sobrepasa ya el grado. Llega a 1,1. En sólo tres semanas. Vean.

Lo que nos dice ese gráfico es que las aguas del Atlántico Norte están 1,1 grados por encima de la temperatura que se ha registrado en esta zona del océano, en estas mismas fechas, desde hace 40 años. La trayectoria de la línea roja muestra lo anómalo del proceso, asciende a toda velocidad y parece no tener fin.

“Cada semana, hay que aumentar el eje Y del gráfico para que entre la curva roja correspondiente a este año”, advierte en su perfil de Twitter el meteorólogo Mario Picazo, que alerta sobre la rapidez con la que se sigue calentando esta zona del océano.

“Es preocupante. Sorprende la rapidez con la que se está calentando toda esa masa de agua del Atlántico Norte”, confiesa en NIUS el climatólogo de la Universidad de Alicante Jorge Olcina. Reconoce que no hay “una causa clara” para explicar lo que está ocurriendo, pero advierte de que es algo “muy excepcional, nunca había ocurrido”.

Científicos "perplejos" y "deprimidos"

La sorpresa que manifiesta Olcina ante los gráficos y mapas que salen de la NOAA, estos días, es un sentimiento compartido por otros climatólogos, meteorólogos y expertos en datos, que no dan crédito a lo que está ocurriendo en las últimas semanas. Algunos manifiestan abiertamente su desazón.

“Nunca he estado más deprimido mirando gráficos”, confiesa el investigador francés Nahel Belgherze. Y la causa de su "depresión" es la misma que la de Eliot Jacobson, que explicaba en su tuit: “Otro día, otro récord para el Atlántico Norte. Todo está sucediendo tan rápido que es difícil hacerse una idea de la enormidad de estas anomalías, y mucho menos de sus consecuencias”, advierte el experto en ciencia de datos.

El físico y meteorólogo de la AEMET Juan Jesús González Alemán asegura que la comunidad científica está “perpleja”, ante el "gran salto" que están dando, desde hace semanas, las temperaturas superficiales del Atlántico.

González Alemán lo achaca al “comportamiento anómalo de la circulación atmosférica del último mes”. Y explica que una de las fuentes de ese calentamiento anómalo “viene del oeste de las Islas Británicas y sureste de Groenlandia” y “está asociado también a las mismas rarezas en el comportamiento de la circulación atmosférica”.

Olcina explica algo parecido. “En las islas británicas han estado muchas semanas bajo la influencia de un anticiclón y esa estabilidad ha ido calentando el agua del mar”. Aquí, mientras, hemos tenido una sucesión de borrascas durante las últimas semanas. “Se ha invertido la circulación atmosférica en el Atlántico Norte. Y eso ha favorecido que, en esas latitudes, por encima de 50-55 grados norte, el Atlántico esté muy cálido”.

España, entre aguas cada vez más cálidas

En España, a esto que está ocurriendo en el Atlántico se le añade otro factor, que también influye y mucho en nuestro clima: el Mediterráneo. Un mar que también se está calentando. El verano pasado, lo recordarán, batió récords de temperatura. Y este año, Olcina se confiesa “preocupado” por la evolución que muestran ya sus aguas. “Me preocupa la subida tan rápida de temperatura del Mediterráneo. En Baleares, por ejemplo, ya está a 25 grados, y aún no hemos llegado a mediados de junio”, advierte.

Hablamos de las aguas que rodean nuestras costas. Y el problema es que "un Atlántico cálido y un Mediterráneo cálido son mares potencialmente muy inestables”. ¿Qué significa eso? Que sus aguas cálidas facilitan “la formación de tormentas y borrascas muy cargadas de energía, que pueden descargar lluvias mucho más intensas o torrenciales”.

La subida de temperatura de los océanos es un fenómeno que está ocurriendo a nivel global, no sólo en el Atlántico Norte (aunque en este, esté siendo más acusado este año). Y Olcina recuerda que “el riesgo de la creación de cuencas marinas cálidas es que los fenómenos inestables se vuelven más enérgicos”.

Pero no sólo hablamos de lluvias o tormentas más intensas, en nuestras latitudes. Es algo que también puede afectar a los huracanes del Caribe. “Este año, encontrar aguas tan cálidas, puede generar algún huracán muy energético”, advierte también Olcina. “No se pueden sacar conclusiones rápidas, pero ese calor que se acumula año tras año en las cuencas oceánicas es un prolongador del cambio climático”.

En "territorio desconocido", y aún no ha llegado El Niño...

La causa de este calentamiento del Atlántico Norte no está del todo clara para los científicos, pero sí que nos enfrentamos a algo desconocido, por lo inédito que está siendo, cuyas consecuencias también pueden serlo. “Estas anomalías están entrando de lleno en un territorio totalmente inexplorado”, insiste González Alemán desde hace tiempo, en su perfil de Twitter.

Nahel Belgherze es rotundo. “Este año ya ha entrado en un territorio desconocido en muchos aspectos clave, y El Niño que se avecina solo empeorará las cosas. No estamos preparados para lo que viene”.

Olcina advierte del riesgo de que esto a lo que estamos asistiendo no sea algo puntual, porque no parece que lo sea. “Si es una manifestación del efecto acumulador del calor de años pasados en el Atlántico, y si cada año, se va a calentar así o más, y más pronto, estamos ante un problema ya serio”.

¿Por qué? Porque estamos inmersos en un círculo vicioso del que cada vez parece más difícil salir. “Aguas cálidas son aguas que calientan la temperatura terrestre en su conjunto. Y este año, además, empieza un fenómeno de El Niño". El climatólogo apunta que, "si a finales de 2023 no batimos récord de temperatura media global, estaremos muy cerca”. El año pasado, sin El Niño, fue el quinto más cálido registrado en el planeta. En España fue peor todavía: 2022 fue el más cálido desde que hay registros.