Ya no hay dudas. La EMA, la Agencia Europea de Medicamentos, apuesta por inocular una nueva versión de la vacuna contra la covid en la próxima campaña de inmunización. Una inyección que, por primera vez, no va a incorporar la variante original -la de Wuhan- y que solo va a incluir la subvariante de ómicron XBB, dominante en buena parte del planeta.
Se opta así por una estrategia similar a la de la vacunación contra la gripe: analizando cuál es la edición del virus predominante e inoculando las vacunas más adecuadas para combatirla. La cuestión es: ¿qué va a pasar con las viejas vacunas? ¿Tendrán todas las farmacéuticas capacidad para adaptarse a la nueva versión del SARS-CoV-2? ¿Qué ocurrirá con la española Hipra?
Buena parte de estas cuestiones ya se formularon cuando se pasó de la primera versión de la vacuna a una versión con dos variantes: la de Wuhan y ómicron. Lo cierto es que nadie quiere deshacerse de millones de dosis que, en el mejor de los casos, podrían terminar en manos de terceros países y, en el peor, ser destruidas, aunque las autoridades sanitarias consultadas por NIUS asumen esta última posibilidad como “inevitable”.
De hecho, según los últimos datos hechos públicos por el Ministerio de Sanidad, a principios de este año las comunidades autónomas habían destruido ya más de seis millones de dosis de vacunas contra la covid-19, no por desfasadas, sino porque habían caducado. En total, según los datos de Sanidad, se han destruido más de:
Al igual que se hace con los medicamentos caducados, cuando la vacuna cumple su fecha de vida útil debe ser eliminada. Un proceso de destrucción que "forma parte del desarrollo normal de gestión de productos farmacéuticos", recordó el Gobierno el pasado mes de enero. ¿Quién se encarga de ello? Las entidades designadas por las consejerías de Sanidad para la gestión de las vacunas o, en el caso de que todavía no hubieran sido distribuidas, es el propio almacén adjudicatario el que se encarga de deshacerse de ellas.
En la actualidad, según el último infome de actividad del proceso de vacunación publicado el pasado 26 de mayo, España ha adquirido, dentro del proceso de compra centralizada de la UE, 282 millones de dosis de vacunas contra la covid y ya ha recibido, 222 millones. De ellas, ha entregado 109 millones a las comunidades autónomas, que han inoculado 105 millones para inmunizar a más de 39 millones de personas, el 92,8% de la población mayor de 12 años.
Hay 113 millones de dosis que fueron recibidas, pero no entregadas. ¿Cuál ha sido su destino? A los seis millones de vacunas eliminadas, hay que sumar 57 millones destinadas directamente a COVAX, el Fondo de Acceso Global para las vacunas contra el covid-19, y cuatro millones de dosis que han sido donadas a terceros países. Quedan por tanto cerca de 46 millones de vacunas con un futuro más que incierto tras la decisión de las autoridades sanitarias europeas de proponer una nueva vacuna para la próxima campaña de inmunización contra la covid.
Las compañías de las vacunas de ARN mensajero, Pfizer y Moderna, ya están trabajando en la nueva versión, tal y como han confirmado fuentes de Pfizer a NIUS. La farmacéutica estadounidense "apoya las recomendaciones de la OMS, ICMRA (International Coalition of Medicines Regulatory Authorities), EMA, y ECDC (European Centre for Disease Prevention and Control) para avanzar con una formulación de vacuna monovalente adaptada a ómicron basada en la familia de subvariantes XBB para la temporada de otoño e invierno 2023". De hecho, aseguran dichas fuentes, la producción de vacunas adaptadas para el otoño-invierno comenzó a riesgo. "Trabajaremos con las agencias regulatorias de todo el mundo para autorizar y aprobar una vacuna adaptada a las subvariantes XBB de ómicron, con el objetivo que los países cuenten con las vacunas de forma inmediata después de la aprobación/autorización".
En tres meses, probablemente, solo puedan tener disponibles las nuevas versiones las grandes farmacéuticas que han desarrollado las vacunas de ARN mensajero. Entonces, ¿qué pasará con la vacuna de Hipra (Bimervax), la única vacuna española aprobada y autorizada por la EMA?
Habrá que ver, en función de las recomendaciones, si es posible utilizar la ya desarrollada (en base a la variante original y la variante beta), o si es necesario y posible desarrollar una nueva versión adaptada a la XBB, explicaba a NIUS Jaime Jesús Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología. En todo caso, según el experto, las vacunas que existen en la actualidad "son muy buenas" y cumplen de sobra con su objetivo que es proteger de la enfermedad grave, los ingresos y las muertes.