La pandemia ha terminado, pero el virus continúa entre nosotros. Esta es la evidencia coreada por científicos y epidemiólogos que siguen monitorizando al SARS-CoV-2 y su impacto en la población. De hecho, todavía no está claro cómo se hará frente en los próximos meses al virus. ¿Será necesario que parte de la población continúe vacunándose para mantenerlo a raya? Todo apunta a que el próximo otoño, sí.
“Afortunadamente, hemos pasado la fase más aguda de la enfermedad, pero eso no quiere decir que no haya que seguir protegiendo a la población y estar preparado”, advierte Jaime Jesús Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología. Los expertos de la Ponencia de Vacunas llevan meses trabajando en la próxima estrategia de vacunación contra la covid-19. Son ellos los que asesoran a la Comisión de Salud Pública, el órgano integrado por los responsables autonómicos y representantes del Ministerio de Sanidad que adopta las decisiones.
Tienen que determinar la estrategia de vacunación porque la vacuna contra el SARS-CoV-2 no está incluida en el calendario oficial de vacunación. “Claramente el virus se va a quedar, pero hay que ver cómo evoluciona en cuanto a la morbimortalidad”, indica el vacunólogo. Lo que "es seguro", señala el experto, es que esta temporada sí se va a volver a vacunar contra el coronavirus y “es probable” que lo tengamos que seguir haciendo, avanza. ¿A quién? Teniendo en cuenta que la mayoría de la población dispone ya de la protección de las vacunas o de inmunidad natural tras la infección, la vacunación con una nueva dosis de refuerzo estará indicada para:
Una vacunación que se hará en otoño, como la de la gripe. Así se hizo en 2022. “No creo que este año haya muchos cambios”, asegura Jaime Jesús Pérez. Lo que todavía es una incógnita es la composición de esta nueva dosis de refuerzo. En Estados Unidos, por ejemplo, se acordó que las vacunas contra la covid-19 estuvieran actualizadas según la evolución del virus, tal y como se hace con las vacunas de la gripe. Así que, ¿qué variante o variantes del virus se tendrán en cuenta para elaborar las nuevas inyecciones?
Los asesores de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, según sus siglas en inglés) deberán decidirlo en tres semanas, el próximo 15 de junio, para que dé tiempo a las compañías farmacéuticas a producir las dosis necesarias. También la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) tendrá que adoptar una decisión al respecto.
Los científicos consideran que una vacuna adaptada a los nuevos linajes de ómicron puede mejorar la respuesta inmunitaria y por primera vez se podría quedar fuera de la composición la cepa original, la que surgió de Wuhan. Así lo publica la revista Science y lo constata también el presidente de la Asociación Española de Vacunología. Los expertos consideran dejar atrás las actuales vacunas bivalentes (que incluyen dos variantes: la cepa de Wuhan y la de ómiocron) y aplicar una vacuna basada en una sola cepa dominante. Una variante como la XBB.1 de ómicron que es mayoritaria en todos los continentes.
Esta es también la recomendación de la OMS, una nueva vacuna monovariante con XBB, para evitar que el sistema inmune “tienda a lo fácil” y refuerce la respuesta que ya tiene adquirida con las variantes preómicron, explica a NIUS Jaime Jesús Pérez. Porque con una vacuna de una sola variante se consigue una respuesta "más específica", señala el experto.
Las determinaciones de la FDA y la EMA, previstas para el mes de junio, marcarán las recomendaciones de los expertos en España. Un margen de tiempo que puede ser insuficiente para que las compañías que elaboran vacunas protéicas puedan adaptar sus dosis a las nuevas recomendaciones. “En menos de tres meses solo da tiempo a adaptar las vacunas de ARN mensajero”, calcula Jaime Jesús Pérez.
"Ahora mismo la vacuna de Hipra (Bimervax) está aprobada, autorizada y cumple todos los criterios y más”, señala el vacunólogo. Habrá que ver, en función de las recomendaciones, si es posible utilizar la ya desarrollada (en base a la variante original y la variante beta), o es necesaria una nueva adaptada.
Lo que hay que dejar claro, subraya, es que las vacunas que existen en la actualidad son muy buenas y protegen frente a enfermedad grave, ingresos y muertes. Decenas de miles de dosis bivalentes que podrían quedar desactualizadas. En tal caso, habría que donarlas o desecharlas, tal y como ocurre todos los años con las vacunas de la gripe, reconoce el experto.