Una nube de mosquitos se ceba con un caballo, que trata, sin éxito de sacudírselos, pero hay más pruebas evidentes de la plaga. Los mosquitos acribillan a los habitantes sufren sobre todo en los humedales de Castellón. Son miles de kilómetros cuadrados en los que ya han empezado las tareas de fumigación, pero todavía se sienten rodeados.
Hay muchos lugares afectados. En algunos chiringuitos reducen el tiempo de actividad. A partir de las 8 de la tarde es invivible porque en las peores horas son un peligro que se entiende observando las fotos que aportan algunos vecinos, acribillados literalmente por las picaduras.
Unos mosquitos enormes, con una voracidad impresionante han proliferados tras las lluvias y la llegada del calor, y no hay remedio. Traspasan la ropa y pican igual, sin nada que los detenga. "Me estoy poniendo la misma crema que el año pasado y aún así me pican", dicen los vecinos, que piden más medidas para acabar con un enemigo habitual en estas fechas y que condiciona la vida diaria. Pero nunca tan bestia como este año.