A la hora de renovar el carnet de conducir, es importante ser sincero y transparente sobre nuestras condiciones físicas y mentales, aunque por desgracia, es habitual que los conductores mientan , o no digan toda la verdad. Desde ocultar pequeños defectos de visión o auditivos, hasta no contar todo acerca de la medicación pautada por los médicos, constituyen una conducta tan peligrosa como habitual. Conducir con ciertas enfermedades puede causar problemas en carretera y por ello, la DGT ha hablado de una nueva iniciativa para combatir la falta de información en las renovaciones del carnet.
Algunas personas no tienen acceso a renovarse el carnet de conducir por ciertas causas médicas, como el caso de las mujeres con cáncer de mama que reciben quimioterapia.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha tratado de combatir el problema de la mentira o falta de información, por parte del conductor a los médicos que se encargan del test psicotécnico, durante años, y por desgracia, cada vez son más los conductores que ocultan datos médicos al realizar el examen. Por ello, hace unos meses se llegó a hablar de la posibilidad de que el médico que realiza un examen de aptitudes físicas tuviera acceso a cada historial sanitario, pero se trata de algo inviable dado el carácter secreto de los historiales médicos de los pacientes.
Al menos 25.000 conductores al año pierden su carnet de conducir por no superar el test psicotécnico según la Asociación Española de Centros Médicos Psicotécnicos. A esto se le suman otros miles de conductores a los que el facultativo establece limitaciones a la conducción en función de sus facultades, como por ejemplo, prohibiéndole conducir por la noche o más allá de una distancia predeterminada de su domicilio. Se trata de limitaciones de obligado cumplimiento y que aparecen en el propio carnet de conducir mediante un sistema de códigos numéricos.
Si es cierto que el médico, ante alguna sospecha de lo que cuenta el aspirante al renovar el carnet, puede pedir un informe firmado por el especialista en el que ponga de relieve las limitaciones que puede tener a la hora de conducir, por ejemplo, si sufre una enfermedad cardíaca que pueda provocar desmayos, párkinson, entre otras. Llegados a este punto, finalmente es el propio conductor el que tiene la última palabra al firmar y dar fe del reconocimiento médico. Conviene saber que si ha mentido se trata de un delito de falsedad documental.
Las compañías de seguro ante un accidente, suelen indagar en los historiales médicos de los conductores implicados y, si se descubre algún error, es posible que el caso se lleve a los tribunales para no dar cobertura del accidente producido. También podría dar cobertura del siniestro y reclamar el importe de la indemnización al asegurado hasta un año después del accidente