Selectividad 2023: Diferencias entre nota de admisión y nota de corte
Los alumnos que se presentan a la Selectividad 2023 necesitan conocer cómo calcular la nota de admisión para competir por una plaza en los grados universitarios
Cada universidad establece unos parámetros de ponderación distintos para cada asignatura
La mitad de los alumnos universitarios no pueden acceder al grado que quieren por su nota
Las fechas para las pruebas de Selectividad 2023 cada vez están más cerca y los alumnos se preparan para competir por las plazas que ofrece cada grado universitario en las distintas universidades. Aunque son varias las comunidades autónomas que permiten presentarse a EBAU con asignaturas suspensas, los estudiantes dan lo mejor de sí en este tramo final antes de las tan esperadas pruebas, para acceder a las mejores universidades. Para ello, deben contar con la nota de admisión y conocer cómo calcularla para poder solicitar una plaza en el grado.
Los alumnos buscan sacar la mejor nota posible a pesar de que el nuevo formato de examen, ya probado en 50 centros educativos , haya sido aplazado con el objetivo de alcanzar el mayor consenso posible, y por tanto, se enfrenten al modelo de EBAU tradicional.
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Que es la nota de admisión, para qué sirve y la diferencia con la nota de corte
Muchos grados universitarios tienen concurrencia competitiva, lo que significa que existen más plazas ofertadas que demandadas. Sin embargo, en otros estudios la demanda es mayor a la oferta, y por ello, los alumnos deben competir entre los que se presenten a un mismo grado para conseguir una plaza. Para poder conocer la posición de la que se parte a la hora de competir en base a la calificación obtenida, es imprescindible conocerlo todo sobre la nota de admisión. La nota de admisión es la nota con la que se compite entre alumnos para conseguir una plaza en el grado universitario que se desea estudiar, y la máxima que un estudiante puede obtener es de 14 puntos, que dependerá del grado en particular. Algo curioso de esta nota es que caduca a los dos años, lo que quiere decir que se podrá conservar sin volverse a presentar a EBAU durante un máximo de dos cursos académicos.
Por otro lado, se encuentra la nota de corte, distinta a la de admisión pero ambas tienen mucho que ver. Esta es la nota de acceso del último candidato admitido en un grado, lo que quiere decir que la probabilidad de que se entre con una nota inferior a la marcada como nota de corte, es baja. Las notas se colocan de más altas a más bajas y se van admitiendo alumnos en el mismo orden hasta agotar las plazas existentes; en el punto donde ya estén todas las plazas ocupadas, se establece la nota de corte para las siguientes convocatorias. Este año las notas de corte más altas son mayoritariamente en las carreras de Medicina, Ingeniería Física, Matemáticas, Ingeniería Biomédica y Biotecnología, donde las notas de corte rondan sobrepasan hasta un 13,30 sobre 14 puntos en la mayoría de casos. En las carreras en las que se ofertan más plazas de las que se cubren (pongamos que hay disponibles 1.000 y solo optan 200 candidatos), la nota de corte carece de sentido y siempre es la mínima necesaria para aprobar EBAU. Es decir, un cinco.
El cálculo de la nota de nota de acceso, necesario para calcular la nota de admisión
La nota de acceso se utiliza para el cálculo de la nota de admisión y se obtiene a partir de la nota media de Bachillerato y de la calificación obtenida en la fase general (fase obligatoria) de selectividad. A diferencia de la nota de admisión, la nota de acceso no caduca.
La fórmula sería: (Nota media Bachillerato × 0,6) + (Nota fase general EBAU × 0,4)
Cómo calcular la nota de admisión y qué son los parámetros de ponderación
Para calcular la nota de admisión es importante tener en cuenta varios factores como: las notas de las dos materias que se hayan superado en la fase voluntaria que proporcionen una mejor nota de admisión y los parámetros de ponderación que cada universidad establece para cada asignatura de la fase voluntaria en función de su relación con el grado que se quiera estudiar. Estos parámetros de ponderación están comprendidos entre 0,1 y 0,2.
La fórmula sería: Nota de acceso + a · M1 + b · M2
- M1 y M2: notas de las dos materias superadas en la fase voluntaria
- a y b: parámetros de ponderación
Los parámetros de ponderación son coeficientes que se aplican a las notas de las materias de la fase voluntaria que permiten ponderar la nota de admisión en la universidad y dar mayor peso a las asignaturas que están más relacionadas con el grado universitario que se quiere estudiar, de manera que aquellas asignaturas más afines a un grado universitario tendrán un parámetro de ponderación mayor que otras asignaturas menos afines. Estos se publican todos los años por las universidades y establecen un valor de 0,1 o 0,2 en función de la afinidad de la asignatura con el grado elegido, y resultan imprescindibles a la hora de decidir las asignaturas de las que se va a examinar en la universidad, ya que escoger asignaturas con un parámetro de ponderación de 0,2, hará que el valor que se sume a la nota de admisión, sea el doble que si se eligieran asignaturas con una ponderación de 0,1. Las tablas de los parámetros de ponderación se pueden consultar en la página oficial de cada universidad o en portales de información sobre los exámenes de EBAU.
¿Qué pasa si la nota de admisión no es suficiente para acceder al grado universitario?
Si se quiere estudiar un grado universitario que tiene una nota de corte elevada y la nota de admisión a la universidad adquirida no es suficiente, siempre es una opción repetir la selectividad para subir la nota de admisión. Siempre se pueden mejorar los resultados anteriores y de hecho, si no se hizo la fase específica o voluntaria de la selectividad, solo bastaría con presentarse a esa parte de la selectividad para sumar hasta cuatro puntos más a la nota de EBAU. No existe ningún límite para presentarse a las convocatorias posteriores a EBAU si ya se ha presentado en alguna ocasión previamente. Además, siempre se puede optar a subir nota presentándose a la convocatoria extraordinaria sin necesidad de esperar al año siguiente, aunque en este caso se corre el peligro de que las plazas a las que se quiera optar ya estén ocupadas, puesto que estas segundas pruebas se llevan a cabo tiempo después de que los alumnos hayan recibido las notas de la convocatoria ordinaria.
Algo a importante a tener en cuenta, es que se puede cambiar de asignaturas. En el caso de la fase obligatoria, se deberá presentar a todas las asignaturas que la compongan, con el matiz de que se puede cambiar el idioma, la asignatura de modalidad y elegir entre Historia de la Filosofía o Historia de España. En lo que respecta a la fase voluntaria de la selectividad, se pueden cambiar todas las asignaturas además de poder volver a presentarte a la misma asignatura troncal de modalidad de la que se examina en la fase obligatoria.