La madre acompañó a su hijo Manuel a la Guardia Civil y tras horas de declaración, confesó. Durante la mañana del lunes los agentes del Equipo de Inspecciones Oculares desplazados desde Madrid buscaban en el descampado el arma del crimen, una lanza de hierro artesanal, la utilizó supuestamente para matar a su hermana embarazada y a su sobrino de 3 años.
Cuando los encontraron muertos a golpes había tapado los cadáveres con una manta. También intentó prender fuego a un colchón para provocar un fuego y borrar las huellas del crimen, pero fue fallido. Hoy los agentes también han encontrado el mechero utilizado.
El marido de Rosario, piloto de profesión, estaba de viaje en Mallorca, pero pudo ver en su teléfono conectado a la alarma cómo entraba el asesino. Alertó él a la central de alarmas de lo que estaba viendo y la policía llegó rápido; aunque no veían nada forzado aparentemente a través de la ventana sí vieron un charco de sangre.
Cuando llegó la Guardia Civil y entraron hallaron los cadáveres. Analizando las imágenes no tardaron en identificar al hermano de la víctima, a pesar de que iba tapado.
Manuel, el detenido 36 años, vivía en Torredelcampo en Jaén, en un piso independizado de su madre, viuda. Él trabajaba las tierras heredadas de su padre. Los vecinos creían que se llevaba bien con su hermana a la que veía poco, al vivir en Granada.
La Guardia Civil investiga un conflicto entre los hermanos tras la herencia como detonante del crimen.